Toque provenzal

Nathalia Sosa de Debernardi, de Finenze Arte y Decoración, refiere que las molduras clásicas nunca pasan de moda, pues realzan el ambiente. Las doradas hasta hoy en día son las elegidas a la hora de enmarcar un espejo.

“Cuando uno quiere lograr la decoración ecléctica, un enmarcado antiguo de espejo sería un elemento indicado para lograrlo. Algunas recomendaciones para mantenerlos siempre en buen estado son no mojar, limpiar con productos adecuados el enmarcado, controlar que la parte posterior no tenga humedad y que posea una buena terminación lo que generará la adecuada protección”, añade.

Elizabeth Arzamendia, de Ymaguare Deco, indica que los enmarcados antiguos de espejos son la atracción debido a la madera trabajada a mano a través de la xilopintura. Varían en su forma, ya que pueden ser cuadrado con relieve, ovalado y hexagonal, en el que se tallan flores, moños, ramilletes, capullos, etc.

“Anteriormente estos enmarcados de espejos se situaban en el tocador del dormitorio o se usaba en el cuarto de baño. Por lo general, se pintan en color bronce, por medio del revestimiento de láminas finas de oro, que se conoce como dorado a la hoja. El costo de este elemento decorativo es elevado, pero suele encontrarse en casas de antigüedades o familias que desean rematar”, subraya.

“El espejo es biselado para darle más protagonismo al vidrio, así resalta por sus formas sinuosas y se ubica en el recibidor, cuartos de baño, sala, comedor, dormitorios, escaleras, pasillos, etc.”.

Afirma que “existen enmarcados desde el barroco y rococó en el siglo XVIII y luego el art nouveau surge a fines del siglo XIX y art deco ya empezando el siglo XX, todos estos franceses. Después aparecen los retro de estilo más americano”, informa.

Lucirán bastante bien con “ánforas sobre las consolas, portarretratos familiares, un par de veleros y se complementará con la deco moderna”.

Los espejos provenzales son preciosos y magnifican los espacios con su belleza romántica y original.