La estatua de “Mburuvicha Itapúa”

La obra escultórica del Mburuvicha Itapúa acompaña a otra con similares características que representa al misionero jesuita Roque González de Santa Cruz, evangelizador de las comunidades indígenas y fundador de la misión jesuítica “Nuestra Señora de la Encarnación de Ytapúa”, el 25 de marzo de 1615.

Ambas obras se complementan en una iniciativa de rendir homenaje a dos personajes históricos íntimamente ligados al nacimiento de lo que sería la actual ciudad de Encarnación.

Por un lado, el religioso fundador de la ciudad, cuya estatua fue levantada en el acceso norte sobre la ruta nacional PY01 “Mariscal Francisco Solano López”. Esta obra fue inaugurada en diciembre del año pasado.

El monumento al cacique o “Mburuvicha Itapúa” representa al líder de la comunidad mbya guaraní existente en la zona al momento de la fundación de la misión jesuítica.

Según datos históricos, durante esa época existía una comunidad guaraní instalada en cercanías de lo que actualmente es la Plaza de Armas de Encarnación. Siempre según la versión histórica, a este punto se trasladó la misión jesuítica “Nuestra Señora de la Encarnación de Ytapúa” luego de innumerables inconvenientes sufridos en su sitio de emplazamiento original, en la margen izquierda del río Paraná, en Posadas, donde era atacado por nativos hostiles ante la presencia de los evangelizadores y por los continuos avasallamientos por bandeirantes que incursionaban desde el Brasil en busca de nativos para llevarlos como esclavos.

Una coincidencia de hechos motivó al artista Orlando González a tomar como modelo el rostro de Florencio Amarilla Lacasa, ídolo del fútbol paraguayo y actor que en las películas del “viejo oeste” personificaba a indígenas americanos, debido a su fisonomía caracterizada por su corpulencia.

La estatua de 11 metros de altura y unas ocho toneladas está ubicada en la rotonda de acceso al centro urbano por la ruta PY06 “Doctor Juan León Mallorquín”, cerca del estadio de la Liga Encarnacena de Fútbol (LEF) en el barrio Arroyo Porã.

Una conjunción exquisita, un ídolo del fútbol, destacado en el mundo como actor en papeles de indígenas, es el mejor protagonista para dar imagen a la obra, apuntó Orlando González.

La imponente estatua de cemento muestra a un orgulloso cacique guaraní, con mirada altiva, ligeramente dirigida hacia el estadio de fútbol, dando la bienvenida a la ciudad a través de la ruta internacional PY06.

Tanto la figura del Mburuvicha Itapúa como el de San Roque González son una donación a la ciudad de los empresarios encarnacenos Carlos Espínola y Miriam Harms. Tiene una contrapartida municipal y de la comisión de rescate histórico de la ciudad: “Memoria Viva”.

¿Quién fue Florencio Amarilla Lacasa?

Florencio Amarilla Lacasa nació en Coronel Bogado (Itapúa) el 3 de enero de 1935 y murió en España en 2012. Fue un futbolista que comenzó su trayectoria profesional en el club Nacional, de Asunción. Integró la selección paraguaya en el Mundial de 1958.

Casi toda su vida profesional como futbolista se desarrolló en España. Fue jugador del club Real Oviedo, el Elche y Almería entre los años 1961 y 1968.

Luego se desempeñó como entrenador de fútbol. Estando en esta actividad, en la ciudad de Almería, se le da la oportunidad de incursionar en el cine.

Su fisonomía hizo que lo eligieran para protagonizar papeles de “indio” en películas de “indios y vaqueros” y extra en muchas otras. Algunas de las obras más conocidas en las que actuó son “100 Rifles”, “Shalako”, “El Cóndor”, “Patton”, “Sol rojo”, “Conan, el bárbaro”, entre otros filmes, según referencias sobre su trayectoria en el séptimo arte.