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La calidad de Nikkei se respalda en estándares estrictos en cada etapa del proceso de producción.
La materia prima, proveniente principalmente de los asociados de la cooperativa, es cultivada en las fértiles tierras y acopiada en los silos del molino, garantizando así la trazabilidad y la frescura del producto.
Este enfoque en la producción local permitió que la harina de la Cooperativa Yguazú Agrícola se gane la confianza y la preferencia de las panaderías locales, siendo el destino del 90% de su producción.
Además de su línea principal de harina para panadería, que incluye variedades como Tipo 0000 (especial), Tipo 000, Tipo 00 (económico), harina integral, salvado y afrecho, el molino harinero también ofrece varios productos derivados para satisfacer las necesidades de sus clientes.
La influencia multicultural de la región se refleja en el uso diversificado de la harina de la Cooperativa Yguazú Agrícola.
En el Distrito Yguazú, fundado por inmigrantes japoneses, la harina se utiliza en la preparación de platos tradicionales, como udon, lamen y Okonomiyaki, entre otros, manteniendo viva la herencia culinaria de Japón.
Con distribuidoras en Asunción, Coronel Oviedo, Villarrica, Caaguazú, Santa Rita y Ciudad del Este, la harina producida por el molino harinero de la Cooperativa Yguazú Agrícola llega al país, satisfaciendo las demandas de panaderías, restaurantes y hogares.
Con una capacidad de producción de 80 toneladas por día, la cooperativa continúa siendo un referente de calidad y tradición en la industria harinera nacional.