Alejandro Sanz cumple su promesa y ofrece una noche de arte en Paraguay

Alejandro Sanz reunió anoche a unas 10.000 personas en el Jockey Club Paraguayo, en el marco de su gira “Sanz en vivo”. El artista español, acompañado por su maravillosa banda, ofreció un recorrido por los principales éxitos de sus más de tres décadas de carrera y sorprendió al invitar al escenario a un par de músicos locales.

Alejandro Sanz (centro) junto a integrantes de la orquesta paraguaya HYDRO- H2O Sonidos del Agua, que participó en una de las canciones con sus instrumentos de agua.
Alejandro Sanz (centro) junto a integrantes de la orquesta paraguaya HYDRO- H2O Sonidos del Agua, que participó en una de las canciones con sus instrumentos de agua.Gentileza

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El cantante y compositor español Alejandro Sanz comenzó anoche su presentación en Asunción con “No es lo mismo”. Una canción que sonó tras una exquisita obertura interpretada por su banda de ocho músicos y dos coristas y en la que en una de las frases expresa: “Yo te prometo si me escuchas niña, darte arte”.

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Esta frase resume en gran medida lo que fue el concierto, de poco más de dos horas de duración, en el que Sanz demuestra su calidad de artista. Y también lo hacen todos los que lo acompañan en el escenario, pasando desde emotivas baladas a encendidos temas con base funk, o trayendo a escena el sabor caribeño.

Pero antes de lucirse en escena, Alejandro Sanz aparece en un vídeo en el que abre el show y resume parte de su historia, principalmente señalando su introversión y su dificultad para encajar. “Siempre me vi rarito”, expresó en un momento.

“Buenas noches al Paraguay. Rohayhu”, exclamó saludando, en medio de la euforia de la gente. Y dio paso a “Quisiera ser”, que lo tuvo ejecutando la guitarra. Alfonso Pérez al piano, el percusionista Carlos Martín en el cajón y el trompetista Mirón Rafajlovic se fueron sumando de a poco a un momento de improvisación, con Sanz pidiendo al pianista “toca algo que me suene a Paraguay, a Sudamérica”.

“No podía haber pedido una noche más perfecta”, expresó el cantante y dio paso a un popurrí con “El alma al aire”, “Regálame la silla donde te esperé” y “Hoy llueve, hoy duele”. Y luego de este momento romántico, la banda jugó con la voz distorsionada de Chris Hierro para luego dar paso al bajo de Brigitte Sosa con un toque funk.

En otra de sus conversaciones con el público, Sanz celebró la importancia que han tenido sus canciones en la vida de la gente. “No tengo la culpa de nada de lo que haya pasado con mis canciones, solo de lo bueno”, señaló entre risas.

Y así dio paso a la movida “Deja que te bese”, mientras besaba una bandera de Paraguay que llegó volando al escenario, mientras el público se puso a bailar. Las imágenes del fuego se apoderaron de las pantallas que dieron forma a la escenografía, mientras “La fuerza del corazón” puso a cantar a los presentes. La canción llegó enganchada con otro de los grandes éxitos de Sanz, “Siempre es de noche”.

Con mucho swing, la banda musical marcó la transición a otro popurrí de canciones conformado por “Iba” y “Cuando nadie me ve”, en la que el cantante invitó a a sacar “pa’ fuera lo malo”, con el público poniendo los brazos en alto.

Imitando la voz ronca de Joaquín Sabina, Sanz señaló sus ganas de haber compuesto uno de los temas más emblemáticos de su colega. “Yo gané un Grammy con esta canción y el autor no”, recordó. Y así dio paso a una emotiva interpretación de “Contigo”, en la que cambió parte de la letra cantando “Yo no quiero París con aguacero, ni Asunción sin ti”.

Sacar virtud de la adversidad

Uno de los momentos más emotivos de la noche se vivió cuando Alejandro Sanz invitó a participar a músicos paraguayos, recordando que ya en otra de sus presentaciones tuvo en escena a la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura. “Aquí hay un talento increíble para sacar de la adversidad la virtud”, expresó.

Esta vez, los invitados fueron integrantes de HYDRO- H2O Sonidos del Agua, la agrupación que tiene originales instrumentos creados por Amberé Feliciángeli. El arpa de agua, a cargo de Alexandra Britos y el violín de agua ejecutado por Clara Valenzuela se unieron a la animada “Looking for paradise”, con Karina Pasian interpretando las partes originalmente grabadas por Alicia Keys.

Tras un potente solo de guitarra eléctrica a cargo de Mike Ciro, llegó otro de los popurrí de la noche. La balada “Amiga mía” puso a cantar al público, a la que luego se enganchó un fragmento de “He sido tan feliz contigo”.

Un maravilloso solo de piano a cargo de Glenda del Monte trajo a Asunción los paisajes de La Habana, Cuba, con la canción “Labana”. El sonido caribeño resonó en el Jockey Club, con una percusión y los vientos como grandes protagonistas.

Con la guitarra española en mano, Alejandro Sanz comenzó a despedirse: “Estoy un poco triste porque se acaba esto. Los queremos muchísimo”, exclamó. Posteriormente dio paso a uno de los éxitos más grandes de su carrera, “Corazón partío”.

Pero el público estaba ávido de más y tras una breve pausa el artista retornó al escenario con una versión acústica y más emotiva de “Viviendo deprisa”, para luego agradecer por los regalos que recibió de sus fans. En tanto, en las primeras filas se desplegaban unas letras luminosas formando la frase “No te soltaremos”.

Sanz también se mostró conmovido por la carta de una fanática llamada Graciela, que no estaba pasando por un buen momento y afirmó “La vida merece la pena vivirla”. Y sentado al piano comenzó a interpretar “¿Lo ves?”, para luego dar paso a “Mi soledad y yo”, además de “Y si fuera ella”. El punto final estuvo marcado por “Ese último momento”, con el artista y su banda celebrando los aplausos y el cariño del público al que le brindaron una verdadera noche de arte.

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