“Sobrevivientes: después del terremoto”: suspenso con alegoría social desde Corea

La superproducción surcoreana Sobrevivientes: después del terremoto usa la premisa de un mundo repentinamente desprovisto de reglas luego de un apocalíptico terremoto para jugar con ideas interesantes sobre desigualdad social y de acceso a la vivienda, y la facilidad con que esquemas sociales discriminativos surgen en la sociedad, pero la ejecución de esas ideas es solo parcialmente exitosa.

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La película abre un con gigantesco terremoto que destruye por completo la ciudad de Seúl. Aparentemente solo complejo de apartamentos queda en pie, y los inquilinos deben ver cómo lidiar con la crisis, la falta de alimentos y la llegada de personas ajenas que buscan allí refugio del frío, e intentar crear algún tipo de sistema de orden y reglas.

La historia se centra principalmente en tres protagonistas: Yeong-tak (el gran Lee Byung-hun), un hombre inicialmente retraído y lacónico quien es elegido como el líder del edificio luego de actuar con decisión ante un incendio; Min-seong (Park Seo-joon), un joven cuyo pragmatismo lo conduce a posturas carentes de solidaridad; y Myeong-hwa (Park Bo-young), la esposa de Min-seong, una enfermera que intenta siempre ayudar a los demás.

Son más arquetipos que personajes realmente complejos, pero sirven su propósito para una película que está menos interesada en dramas interpersonales que en un tipo de drama más alegórico y “macro”; en replicar problemas sociales del mundo real en el microcosmos de la sociedad nacida dentro del complejo de apartamentos en medio del fin del mundo.

Durante sus primeros dos tercios, la película es enormemente atrapante, planteando dilemas interesantes sobre idealismo versus pragmatismo, el sacrificio de libertades en pos de una sensación de seguridad y las implicaciones éticas de intentar aplicar conceptos tradicionales de propiedad en una situación de crisis que requiere comunidad.

Al mismo tiempo, el guion pinta un panorama realista en su pesimismo, de una caída rápida y sin mucha resistencia en una retórica de deshumanización del otro que se siente universalmente aplicable a cualquier lugar del mundo real, con o sin terremotos, que recibe un flujo importante de inmigrantes provenientes de lugares en crisis.

Un lenguaje que califica a las personas foráneas al edificio como “cucarachas” es utilizado para unificar a los inquilinos en una fuerza de exclusión.

Lastimosamente, la película tropieza un poco en su etapa final con un tiempo de duración excesivo durante el cual las ideas que ya transmitió de forma clara se repiten hasta el absurdo, como si los realizadores temen que hasta un espectador que pase la mitad de la película mirando su teléfono se vaya de la sala sin entender la idea central del filme.

Que una película comunique sus ideas de forma clara y accesible es necesario y digno de admirar, pero las redundancias en las que incurre la película por momento rozan el insulto a la inteligencia del público.

Pero aunque el tramo final deja un ligero mal sabor de boca, no logra derrumbar a una película que en general logra un buen balance entre entretenimiento, drama, suspenso y cerebro.

Calificación: 3/5

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SOBREVIVIENTES: DESPUÉS DEL TERREMOTO

Dirigida por Um Tae-hwa

Escrita por Um Tae-hwa y Lee Shin-ji (basada en un cómic de Kim Sungnyung)

Producida por Byun Seung-min

Edición por Han Mee-yeon

Dirección de fotografía por Cho Hyoung-rae

Banda sonora compuesta por Kim Hae-won

Elenco: Lee Byung-hun, Park Seo-joon, Park Bo-young, Kim Sun-young, Park Ji-hu, Kim Do-yoon, Lee Seon-hee, Uhm Tae-goo, Joo In-young