Paramore despliega carisma y energía

Los integrantes de Paramore y sus fans paraguayos tuvieron una noche de fiesta, música y energía para el recuerdo.

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En la que sin duda fue una de las noches más frías de los últimos meses, una multitud de jóvenes se congregó el lunes en el Centro de Convenciones de la Conmebol para ver por primera vez en vivo en Paraguay al popular grupo norteamericano de rock Paramore.

En una conferencia de prensa celebrada un día antes, a los integrantes de la banda -la cantante Hayley Williams, el bajista Jeremy Davies y el guitarrista Taylor York- se les preguntó cómo definirían a la banda en una palabra, a lo que los artistas respondieron con “energética”, afirmando que es lo principal que buscan transmitir en el escenario.

Hay que decir que, viéndolos actuar en vivo, “energética” suena como una palabra más que adecuada. Lo que se vivió en la Conmebol anoche fue una hora y media de mucha energía tanto sobre el escenario como frente a él.

Con esa promesa, la multitud de fanáticos de Williams, York y Davies hicieron frente al cada vez más intenso frío y comenzaron a colmar el centro de convenciones, dando un cálido recibimiento a la banda local de rock Forget Me Not, que amenizó la espera con un repertorio de sus temas propios, que incluyó canciones de punk rock como “Buscándote” y “Déjame caer”.

A pesar de que el inicio del show de Paramore había sido anunciado originalmente para las 21:30, la organización terminó adelantando en media hora el comienzo del show, y a las 21:00, luego de un extenso período de espera, las luces del enorme recinto abruptamente se apagaron y el salón estalló en gritos de emoción.

Sin parafernalia extravagante o suntuosos juegos de luces y pirotecnia, la banda salió al escenario y fue recibida con todo el estruendo de un público ansioso. Sin mediar palabras, York comenzó a ejecutar una guitarra acústica mientras Williams entonaba la breve pero bella canción “Moving on”, a la que siguió el potente golpe de rock de “Misery business”, uno de los grandes éxitos de la carrera de la banda, que activó a la multitud y los puso a corear.

Sumándose a la fuerza de la música se hallaba la actitud de los artistas, en especial la de Williams; la pelirroja vocalista, como acostumbra en sus presentaciones en vivo, no paraba de hacer gestos de aliento, visiblemente contenta y animada, invitando sin palabras a que el público festeje y bailando como si quisiera dar el ejemplo.

“¡Hola Paraguay!”, dijo luego de terminar la canción “For a pessimist, I'm pretty optimistic”. “¿Cómo se sienten? Estamos muy emocionados por estar aquí, y nos sentimos muy agradecidos de que hayan venido a pasar el rato con nosotros”. Alzando una prenda que alguien le lanzó desde entre el público -un abrigo con un mensaje-, la cantante hizo la exclamación que se ha convertido en algo emblemático de la banda en vivo. “We are Paramore”, declaró gritando, acompañada por una multitud de voces que luego se le unió también para cantar a coro otro de los grandes éxitos de la banda, “Decode”.

La energía se mantuvo por todo lo alto con “Now”, tras la cual la cantante interpretó sin acompañamiento musical una introducción a la canción “Renegade”, dándose un momento para destacar su impresionante voz sin guitarras, bajos o baterías que distraigan, aunque la banda no tardó en unirse para volver a darle ese sonido tan característico de Paramore a la noche.

Entre acrobacias de York y Davies pasó la canción “Pressure”, tras lo cual Williams procedió a conversar un poco más con el público, preguntándole qué tan familiarizado estaba con el último disco de la banda, ya que la próxima canción sería una de las nuevas del grupo.

A juzgar por el acompañamiento que Williams tuvo de parte del público al interpretar “Ain't it fun”, se podría decir que la absoluta mayoría de los presentes escuchó el nuevo material; el sonido más pulido y menos crudo de las canciones más nuevas de la banda evidencian a unos artistas mucho más cómodos y sueltos, que producen temas que no tendrán el impacto sencillo de lo anterior de la banda, pero dejan un sonido más memorable, el tipo de canciones que lo dejan a uno tarareando por horas.

La noche volvió a ponerse acústica para la emocional balada “The only exception” -la única instancia del show en la que la cantante se quedó quieta en un mismo lugar-, seguida de la rockera e impetuosa “Let the flames begin”.

“¿Podemos tocar otra canción nueva?”, preguntó a continuación Williams, antes de que la banda procediera a interpretar “Fast in my car”, un tema de punk rock de corte clásico aderezado con sonidos electrónicos y con la cantante pasando de un registro más bajo a uno agudo sin ninguna dificultad.

“¿Este es su primer show de Paramore? Eso nos gusta. Bienvenidos a nuestra gran familia feliz”, declaró la cantante de 24 años. “Nos sentimos bendecidos porque alrededor del mundo hay gente que nos hace sentir como si estuviéramos en casa. La razón por la que somos una banda se halla en este lugar esta noche”.

El público volvió a explotar en saltos, gritos y fuertes coros con “Ignorance”, y siguió acompañando con fuerza a los artistas en “Looking up”.

A continuación vino la canción “Whoa”, que Williams aprovechó para jugar con su público, dirigiéndolos en la entonación del coro por sectores, haciéndoles cantar alto o bajo, saltar o levantar los puños. “Perfección”, sentenció al final de la canción la artista.

Luego Williams seleccionó a varios miembros del público para que suban al escenario -ocasión que varios aprovecharon para darle efusivos abrazos- para acompañar desde allí la interpretación de “Anklebiters”, uno de los temas nuevos de la banda. “Nos hacen sentir como en casa”, comentó la cantante. “Ustedes son tan geniales que nosotros nos sentimos encantados de cruzar medio mundo para tocar con ustedes”.

Siguieron “That's what you get” y el actual “hit” de la banda “Still into you”, que de nuevo hizo explotar al público en coros. Si el show hubiese terminado allí, como amagaron los artistas, hubiera sido un final digno, pero tras minutos fuera del escenario Williams y compañía regresaron, causando el delirio de los fans al salir vestidos con camisetas albirrojas.

El grupo puso punto final a su presentación con un “encore” compuesto por “Proof” y uno de sus más grandes éxitos, “Brick by boring brick”.

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