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BRASILIA. La expresidenta Dilma Rousseff y Michel Temer fueron acusados de recibir unos de 34 millones de dólares "sucios” de la constructora Odebrecht, involucrado en el escándalo de corrupción destapado por la causa judicial Lava Jato para, supuestamente, financiar la campaña electoral de 2014.
Asesores del mandatario comentaron que la estrategia de sus abogados ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) será impugnar las confesiones por una serie de vicios procesales.
"Según esas fuentes próximas al mandatario, es imperioso que este sea exculpado y se cierre la causa en la corte electoral, a la que compararon con una 'sombra' que desgasta la ya frágil imagen presidencial", según el diario Folha de San Pablo.
También preocupa en el Palacio de Planalto la inminente decisión judicial que divulgará el texto completo de las confesiones de los altos ejecutivos de Odebrecht, que habrían citado decenas de veces a Temer.
El martes pasado comenzó el proceso en el Tribunal Superior Electoral contra Rousseff y Temer, contra quien la Fiscalía pidió que sea separado del cargo y reemplazado por el jefe de Diputados.
Según Folha de San Pablo, el juez Herman Benjamin, instructor de la causa, dio señales de que su parecer será duro contra Temer y Rousseff.
La expectativa de los abogados de los dos imputados es que los otros seis miembros del Tribunal sean más benévolos y no voten condenas graves, como la casación de Temer.