El impacto del #Mirá Cómo Nos Ponemos

BUENOS AIRES. Las denuncias por abuso sexual de una actriz argentina contra otro actor han conmocionado a la Argentina y renovado una conversación más amplia sobre la violencia contra las mujeres en el país.

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Este martes 11 de diciembre, Thelma Fardin acusó a Juan Darthés de haberla violado en 2009, cuando ella tenía 16 años y él, 45.

Su denuncia desató indignación en las redes sociales, donde decenas de miles de personas han utilizado la etiqueta #MiráCómoNosPonemos, que Fardin usó en el video en el que cuenta lo sucedido, como reacción a algo que le habría dicho Darthés —”mirá cómo me ponés”—, para compartir sus propias experiencias y solidarizarse con víctimas de abuso sexual.

“Estoy excedida, la verdad”, dijo Fardin en entrevista el jueves 13 de diciembre.

Señaló que fue muy difícil para ella poder contar su propia historia, pero que espera que haberlo hecho ayude a otras personas.

“Así lo vieran cinco personas y las inspiraba para contar su verdad, habría valido la pena. Y ahora mirá lo que pasó”, dijo la actriz. “Nos deja a mí y a mi historia en un rol secundario. Es claro que había algo latente y hacía falta un disparador”.

Fardin hizo pública su denuncia en una conferencia de prensa, rodeada por medio centenar de actrices y colegas en un teatro de Buenos Aires. En un video que se mostró durante la conferencia y que ella después compartió en su cuenta de Instagram, Fardin dijo que Darthés la violó en Nicaragua durante una gira de un programa teatral inspirado en la exitosa teleserie en la que ambos aparecían, Patito feo.

 

La actriz dijo que Darthés agarró sus manos y las puso sobre su pene erecto antes de decirle: “Mirá cómo me pones”, como si hubiera sido responsabilidad de Fardin.

Antes de que ella revelara su historia, otras tres mujeres habían acusado a Darthés de acoso sexual; en el testimonio de dos de ellas el actor habría usado prácticamente la misma frase. En su momento, esas denuncias no recibieron mucha atención.

Calu Rivero, actriz y modelo, fue una de esas tres mujeres que acusaron al actor a finales de 2017. Rivero dijo que Darthés se había aprovechado de escenas íntimas para una telenovela para tocarla de manera indeseada.

“El relato de Thelma, contado en primera persona, fue demoledor”, dijo Rivero. “Demostró claramente cómo una mujer tiene que exponerse para que se la crea. Fue realmente espantoso lo que tuvo que vivir”.

Desde que se publicó el video miles de mujeres han compartido sus propias historias con la etiqueta en redes. Los responsables de un línea telefónica de emergencias para casos de abuso sexual dicen que las llamadas han aumentado de manera pronunciada.

Darthés ha negado las acusaciones a través de Twitter y en una aparición televisiva en la que dijo que él recuerda lo sucedido en Nicaragua de manera muy distinta; aseguró que Fardin lo intentó besar y que él la sacó de la habitación del hotel.

Fardin se ha vuelto una cara reconocible para el movimiento #MeToo de Argentina, según Alison Brysk, experta en la situación de derechos humanos en Argentina y profesora de la Universidad de California. No obstante, desde hace varios años ya existía una campaña por los derechos de las mujeres, Ni una menos, que ha incentivado el debate sobre los derechos reproductivos o la violencia de género.

“Ellas tienen la presencia pública y son respetadas como para poder llenar ese espacio que quizá otras mujeres no tendrían”, dijo Brysk sobre las actrices que han alzado su voz. “Pero se ha dado en un orden inverso en América Latina; donde la organización desde las bases ya lleva un tiempo y este movimiento estilo #MeToo apenas llega”.

Las colegas que acompañaron a Fardin durante el anuncio en el teatro de Buenos Aires —el colectivo Actrices Argentinas, que se unió para abogar por la despenalización del aborto durante el debate de este año— dicen que están al tanto de esta dinámica.

“Queremos que este caso actúe como punta de lanza”, dijo Jazmín Stuart, una de las actrices que ayudó a Fardin a hacer público su caso.

En reacción al caso de Fardin, las mujeres ya se han pronunciado tanto frente a las cámaras como en los tribunales. La noche del 13 de diciembre, la concursante de Bailando por un sueño María del Cerro reveló que había sido abusada a los 11 años. Claudia Guebel, antes asesora del senador por La Pampa Juan Carlos Marino, presentó una denuncia penal en contra del político; lo acusa de haber abusado sexualmente de ella a principios del año. En una entrevista con radio Continental, Guebel dijo que se inspiró en Fardin para revelar lo sucedido.

La violencia contra las mujeres ha sido una preocupación constante en Argentina; desde antes de los pronunciamientos motivados por el caso de Fardin los debates sobre los derechos de las argentinas han sido parte de la agenda pública, ya sea con las multitudinarias protestas contra los femicidios o en las manifestaciones a favor de la despenalización del aborto.

“Todo tiene que ver con la soberanía sobre nuestros propios cuerpos”, aseveró Stuart.

La primera ley sobre violencia doméstica en Argentina fue aprobada en 1994. Dubravka Simonovic, relatora especial sobre violencia contra las mujeres de la ONU que visitó el país en 2016, dijo después que la violencia se mantiene debido a una “cultura machista”. Comentó que aún no había protocolos para prevenir los ataques ni para que los responsables rindieran cuentas.

“América Latina es una región que crece rápidamente pero con mucha desigualdad, crimen y conflicto”, dijo Brysk, la profesora de la Universidad de California. “Ahí están los ingredientes para que haya violencia de género, desafortunadamente”.

En los últimos años, a medida que la economía ha empeorado, han aumentado los reportes de violencia doméstica En 2017, según estadísticas de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, por lo menos 273 mujeres fueron asesinadas por su género.

En 2016, cientos de miles de argentinas salieron a las calles para manifestarse después de la violación y femicidio de Lucía Pérez, de 16 años, con la campaña #NiUnaMenos. En diciembre de nuevo salieron a protestar miles de mujeres cuando un fallo de tribunales absolvió a los acusados por el homicidio de Pérez.

El movimiento de Ni una menos hizo ruido nuevamente a mediados de este año durante el debate sobre la despenalización del aborto. La medida no fue aprobada, aunque durante semanas hubo manifestaciones multitudinarias que también hicieron eco en el resto de América Latina con llamados para que se legisle la interrupción de un embarazo para evitar abortos clandestinos y que se tome en cuenta la salud de la mujer.

No queda claro aún si las exhortaciones de #MiráCómoNosPonemos contra la violencia sexual hacia las mujeres se expandirán con la misma fuerza, pero sin duda alguna la región está pendiente, sobre todo porque la serie Patito feo fue vista en toda América Latina.

Para Fardin es claro el vínculo de este movimiento en ciernes con el de #NiUnaMenos: dice que la llevó a pensar con mayor detenimiento sobre su tiempo como actriz infantil y lo sucedido en ese entonces.

“Yo ya dije lo que tenía para decir”, dijo Fardin. “Ahora está el espacio para que otras personas cuenten lo que vivieron”.

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