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Así respondió Oder a una pregunta sobre si Juan Pablo II en sus últimos años de vida, debido a la enfermedad, había podido llevar aún las riendas de la Iglesia católica y de sus problemáticas, como el escándalo del fundador, ya fallecido, de los Legionarios.
“Ha habido una investigación específica sobre esto para llegar a la máxima transparencia. Del estudio de todos los documentos ha surgido una respuesta clara: no hubo ninguna implicación de Juan Pablo II en ese caso”, dijo Oder en una rueda de prensa organizada por el Vaticano.
El postulador se refería a la supuesta existencia de documentos con datos sobre el conocimiento de Juan Pablo II de acusaciones a Maciel por abusos sexuales, consumo de drogas y relaciones con mujeres, con las que tuvo varios hijos.
Entre enero y febrero de este año, los Legionarios de Cristo han llevado a cabo en Roma un Capítulo General para reformar sus constituciones y dotar a la congregación de un nuevo Gobierno, tras los escándalos sexuales de su fundador.
La Legión de Cristo fue creada en México en 1941 por Maciel, condenado por Benedicto XVI a causa de sus “gravísimos e inmorales” comportamientos.
Desde antes de la muerte de Juan Pablo II, el cardenal Joseph Ratzinger, por entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ya investigaba a Maciel, pero no fue hasta mayo de 2006 cuando, ya como papa, le castigó por los abusos sexuales a seminaristas durante décadas.
Para sanear la congregación, Benedicto XVI nombró al cardenal Velasio de Paolis, quien en los últimos meses ha procedido a sustituir la cúpula de los Legionarios.
La Legión de Cristo cuenta con 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas y está establecida en dieciocho países, además de tener 70.000 miembros en su rama laica, “Regnum Christi”.