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“Ha llegado la hora de estudiar la posibilidad de desplegar una operación en Donbás (la zona del conflicto) para respaldar el cumplimiento de los acuerdos de Minsk”, dijo el jefe del Estado al intervenir en la XII conferencia Estrategia Europea de Yalta, que se celebra en la capital ucraniana.
Insistió en que las sanciones occidentales que hoy pesan sobre Rusia deberán mantenerse mientras continúe la ocupación rusa de Crimea y Moscú alimente la inestabilidad en las regiones orientales del país.
El mandatario recalcó que las sanciones tendrán que ser endurecidas “en caso de que Rusia prosiga obstaculizando el proceso de arreglo” del conflicto. Subrayó que los acuerdos de paz firmados en Minsk en febrero pasado han de cumplirse este año, “porque Ucrania ya ha pagado un elevado precio por su incumplimiento”.
“Somos objeto de una agresión, de una ocupación, y todos saben quién es el agresor: Rusia”, dijo el presidente ucraniano. Adelantó que Ucrania planteará en la ONU que se prive a Moscú del derecho a veto en el Consejo de Seguridad.
“La agresión de Rusia a Ucrania demuestra claramente la imperfección de ese mecanismo”, argumentó Poroshenko. Al mismo tiempo, el presidente ucraniano se mostró satisfecho de cómo se cumple el alto el fuego en los últimos días.
“La última conversación, hace dos días, en el formato de Normandía (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) ha fortalecido mi sentimiento de optimismo contenido”, dijo. Destacó que el alto el fuego rige hace casi dos semanas y que “ya no es un sueño”.
“Es más, hoy es el primer día en año y medio en que en el curso de 24 horas no ha habido víctimas que lamentar ni tampoco tiroteos”, se congratuló.
Según los últimos datos de la ONU, el conflicto en la regiones orientales de Ucrania se ha cobrado cerca de 8.000 muertos, entre civiles y combatientes.