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Siento indignación ante la injerencia de la Iglesia Católica pretendiendo inmiscuirse y constituirse en legisladora al referirse a las pretensiones políticas del señor Horacio Cartes, del doctor Nicanor Duarte Frutos e incluso del exmonseñor Fernando Lugo, olvidando que conforme a nuestra Constitución Nacional del año 1992 la “República se constituye en un estado Social de Derecho”..., y que la Iglesia Católica no es la religión oficial del Estado, ya somos un “Estado laico”.
La Iglesia Católica debería ocuparse en organizar y controlar sus cuadros evitando el encubrimiento de los abusos en menores por parte de sus miembros y dejar que la organización política del país se ocupe de lo que le corresponda.
Esta opinión la emito como ciudadano, como profesional del derecho con más de 40 años de experiencia, y como docente universitario; ya que es necesario in aclarando el panorama para construir una mejor sociedad en el país.
Carlos Antonio Neffa