Cargando...
Mientras nuestro país se debate entre una epidemia mortal y una crisis política por falta de credibilidad y corrupción... la educación inaugura un nuevo ciclo escolar en el cual lo que menos importa es ¿qué producto queremos lograr?
Ofertas de mejores centros educativos, de bondades académicas, de metodologías futuristas y de vanguardia... No he oído aún que la oferta sea formar mejores personas, mejores seres humanos, mejores paraguayos...
Y es que la oferta educativa está destinada a saciar las expectativas de una sociedad competitiva, que apuesta a una carrera sin medidas olvidando que el sustento educativo se encuentra en la persona.
Muchos padres confunden a los centros educativos con espacios sociales donde se exhibe y se ostenta sólo para ser protagonistas del vaivén social, olvidando que para aprender, los estudiantes no necesitan útiles costosos o indumentaria de marca.
No aprende más o mejor el que tiene útiles nuevos... o deja de ser mejor el que reutiliza sus lápices y cartucheras o recicla sus cuadernos para él nuevo año escolar.
¿Hará mejores actividades físicas el niño que tenga calzados deportivos de marca?
¿Qué hay de los recreos para jugar y divertirse con los amigos? Tanto celular... tanta tecnología... se pierden de vista los valores que perduran por toda una vida...
¿A dónde vas educación? ¿Hacia dónde te estamos conduciendo?
Es seguro que esta sociedad tan materialista ha perdido el foco de tus intereses.
Al decir de Rosseau... el niño es bueno en su estado natural, pero la sociedad lo corrompe.
¿Qué estilo de educación tan vacía estamos imponiendo a nuestros niños y jóvenes?
Como nunca tiene sentido la frase “Dime cómo te educas y te diré qué sociedad tienes”.
¿Queremos un Paraguay mejor?
Busquemos una educación mejor, de calidad, donde nos dejen educar, ¡como lo hacíamos antes!
Isabel Ortiz