Policía asesinado aparentemente era guardia privado

El policía Santi Figueredo Santacruz, de 44 años, asesinado ayer por asaltantes en Asunción, presuntamente cumplía funciones de guardia privado, ya que figura como agente de la comisaría 11ª, pero nadie lo conocía allí.

Santi Figueredo Santacruz, suboficial mayor.
Santi Figueredo Santacruz, suboficial mayor.Archivo, ABC Color

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El suboficial mayor Santi Figueredo Santacruz, domiciliado en Lambaré y quien deja desamparadas a su esposa y dos hijas, fue ultimado de tres balazos en la siesta de este viernes al intentar impedir un asalto ocurrido a las 12:10 sobre la avenida San Martín y Austria del barrio Herrera de la capital.

El efectivo estaba vestido de civil y manejaba un camioncito DFSK blanco, con logotipo del casino Bingopar Candilejas, que a su vez queda en Bruselas casi San Martín, a dos cuadras de distancia de donde se produjo el atraco mortal.

A su lado estaba un empleado administrativo del casino, Francisco Portillo, con quien fueron a cambiar un cheque en el banco Continental de la avenida Aviadores del Chaco, situado a 500 metros.

Cuando estaban regresando con el dinero, ambos fueron atacados mientras esperaban en el semáforo para retomar la calle e ingresar al casino.

Una cámara de seguridad grabó el ataque y el video enseña que el golpe fue perpetrado por dos hombres que siguieron a las víctimas en una motocicleta azul, probablemente desde el banco.

Los dos criminales usaban cascos rojos y taparon con una tela la chapa del biciclo. El que iba como acompañante atacó con un revólver al empleado administrativo del casino, quien llevaba la plata en el asiento de acompañante.

En ese momento, el policía que manejaba el vehículo quiso reaccionar desde el volante, pero fue acribillado.

Herido y todo, el suboficial mayor Figueredo bajó del camioncito, pero momentos después ya se descompensó.

La fuga de los asaltantes homicidas fue grabada por varios automovilistas que presenciaron el golpe. El dinero robado sería unos G. 30 millones.

Destituidos y sumariados

Luego de la muerte del suboficial mayor Santi Figueredo Santacruz, el comando institucional de la Policía ordenó la destitución del comisario principal Richer Rodas y el comisario Pablo Benítez, jefe y subjefe de la comisaría 11ª de Asunción, respectivamente. Así lo confirmó el director general de Prevención y Seguridad, comisario general Saturnino Villalba.

La cúpula policial recibió la información de que el efectivo asesinado trabajaba desde hace varios años como guardia privado del casino y que no cumplía funciones en la comisaría 11ª, donde figuraba desde el año 2001, cuando egresó del Colegio de Suboficiales.

El comisario principal Richer Rodas dijo que la llegada de ayer del suboficial Figueredo a la comisaría 11ª consta en el libro de novedades. Explicó también que el personal ahora fallecido era de confianza de los directivos del casino y que por eso lo llamaban para hacer traslados de dinero.

Supuestamente, como ayer temprano requirieron su servicio, el suboficial Figueredo ni siquiera tuvo tiempo de vestirse con su uniforme, según lo que le dijo Rodas a la jefa de Relaciones Públicas, comisario principal María Elena Andrada.

Sin embargo, prácticamente ningún agente de la comisaría 11ª conocía al ahora fallecido Figueredo, pese a que supuestamente trabajaba en la referida unidad.

Incluso, cuando los policías de esta comisaría llegaron a la escena del crimen no sabían que el asesinado era supuestamente compañero de ellos.

Límite de jurisdicciones

El asalto fatal se registró sobre el carril de la avenida San Martín que va hacia Mariscal López, jurisdicción de la comisaría 6ª Asunción.

De hecho, el límite entre las comisarías 6ª y 11ª de Asunción está marcado por un paseo central entre los carriles de San Martín. De esta forma la calzada que va de Aviadores a Mariscal López corresponde a la comisaría 6ª y del lado de la calzada de sentido contrario, es responsabilidad de la comisaría 11ª.

Igualmente, personales de ambas dependencias, así como de Investigaciones de la capital se constituyeron en el sitio para llevar a cabo las labores respectivas, pues el suboficial mayor Santi Figueredo Santacruz, fallecido en el hecho, supuestamente prestaba servicio en la comisaría 11ª.

“Para la corona”

El “servicio” de guardia privada es una práctica corrupta que nunca pudo erradicarse de la Policía, pese a que ya hubo altos jefes incluso que fueron dados de baja.

El sistema consiste en asignar un policía, generalmente suboficial, que trabaja directamente a cargo del comerciante, empresario o particular que paga un determinado monto mensual por el “servicio”. Usualmente, tener un policía como guardia cuesta entre G. 1 millón y G. 3 millones.

Ese dinero, generalmente se lo reparten el efectivo policial que hace el trabajo, sus jefes y los demás superiores, generando una especie de “recaudación para la corona”.

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