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El río Pilcomayo dejó de ingresar a nuestro territorio, luego de cinco años de regar en forma continua el Chaco paraguayo.
A lo largo de la cañada La Madrid, que une la embocadura de nuestro canal con el fortín Gral. Díaz, sólo se observan “bolsones” de agua sin continuidad alguna.
Los 400 kilómetros de la cañada La Madrid se encuentran en las mismas condiciones.
Los trabajos de limpieza y rehabilitación de canales se realizaron hasta el 17 de diciembre último.
El Ministerio de Hacienda no cubre una deuda que supera los tres millones de dólares, con empresas viales, y la suspensión de tareas es resultado inevitable.
En este momento, el arenal es una constante en la cañada La Madrid.
Para evitar la ruptura en el ingreso de agua, el mantenimiento y limpieza de los canales debe realizarse en forma continua.
En diciembre se suspendieron los trabajos y hoy se puede observar en el terreno una imagen preocupante: La Madrid no escurre agua y los cauces menores se encuentran secos.
Tiempo de limpieza
La limpieza y rehabilitación de canales tiene que empezar en mayo, aprovechando que en forma natural disminuye el caudal del Pilcomayo.
Estamos a mediados del mes de junio y no existe ninguna propuesta del Ministerio de Hacienda para saldar la deuda, ni siquiera en forma fraccionada.
La secretaría de Estado, cuyo titular es Oscar Llamosas Díaz, optó por mantener el silencio ante el reclamo de las empresas que trabajan en el Pilcomayo.
El Ing. Arturo Niedhammer, director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, confirmó que los trabajos se suspendieron.
Al respecto dijo: “No se está trabajando porque Hacienda no transfiere los fondos necesarios para dar continuidad a las tareas”.
Agregó que “el problema es que no hay dinero. Los contratos están en orden, las licitaciones están vigentes, pero no se tienen los fondos necesarios”.
El Ing. Niedhammer reconoció que la situación es preocupante: “Estamos en el límite de tiempo para poder trabajar y llegar con obras terminadas al mes de diciembre”.
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A mediados de diciembre comienza la temporada de lluvias y con ella los primeros repuntes de caudal del Pilcomayo.
En estas condiciones se complican las posibilidades de trabajar, de allí la importancia de culminar las obras antes de mediados de diciembre.
Para alcanzar este objetivo, la limpieza y rehabilitación de cauces deben empezar en el mes de mayo, apenas comienzan a bajar las aguas del río.
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El retraso del Ministerio de Hacienda en el pago de deudas complica esta posibilidad.
El riesgo de quedar sin agua
Las intensas lluvias que cayeron en los últimos tres meses marcaron el final de una dura sequía que se extendió por cuatro años.
Si las lluvias no hubieran sido oportunas, en éste momento el Chaco paraguayo habría enfrentado situaciones dantescas por la falta de agua.
Luego de cinco años de ingreso continuo del Pilcomayo en nuestro territorio, ahora nos encontramos con una cruda situación: los trabajos se suspendieron por falta de pagos.
El riesgo que se abre para el medio ambiente y el sector productivo es real. El Pilcomayo es vital para el Chaco paraguayo.