Dolorosa espera por María Liz Cristaldo

Al dolor de perder a un familiar en violencias circunstancias se suma la larga espera por repatriar los restos de María Liz Cristaldo, paraguaya asesinada en Venezuela el pasado 15 de diciembre y cuyo esposo está detenido como presunto autor intelectual

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El sueño de un futuro mejor para sus dos hijos empujó a la joven nacida en Yhú, departamento de Caaguazú, a buscar mejores horizontes en la lejana España hace ya 11 años, hasta que un balazo puso fin a su vida el pasado 15 de diciembre en Venezuela, donde la mujer fue con la intención de celebrar su luna de miel con el hombre a quien escogió para compartir el resto de su vida.

En tierras ibéricas, María Liz conoció a Jesús González Quinta, un taxista de nacionalidad chilena, en enero de este año; tras 9 meses de relación contrajeron nupcias. La mujer veía en González la oportunidad de ser feliz nuevamente, mientras que el hombre cuidadosamente se ocultó bajo un disfraz de marido ejemplar y en realidad tenía en mente acabar con la vida de su compañera y de esa manera cobrar un seguro de vida.

Es así que en noviembre de este año iniciaron un recorrido por Venezuela que también contemplaba Colombia y por último Paraguay, donde pretendían pasar las fiestas de fin de año. Pero en el país caribeño se habría de ejecutar un siniestro plan que tuvo origen ya en España, según datos manejados por la investigación del asesinato, que se intentó simular como un asalto.

La pareja se hospedó en el Maracaibo Suites de esta ciudad. Al mediodía del 15 de diciembre se dirigieron hasta la terminal de la ciudad; para ello abordaron un taxi informal, cuyo conductor cambió de ruta y se dirigió al barrio La Lechuga, considerado de alta peligrosidad, donde fueron despojados de sus pertenencias y Cristaldo recibió el mortal disparo mientras huía de los malviviventes.

En principio se habló de un homicidio con fines de robo, atendiendo a la condición de turistas de las víctimas. En los primeros allanamientos se incautaron objetos que fueron robados y los portadores quedaron detenidos. Por otra parte, llamó la atención de los investigadores la constante preocupación de González Quinta por abandonar el país, incluso más que por lo ocurrido con su esposa.

Finalmente, el caso tomó un giro drástico tras confirmarse que el crimen fue planeado por González Quinta junto con un ciudadano venezolano de nombre Miguel Devergel, conocido como "Tribilín", quien sería el jefe de la banda criminal dedicada a asaltar turistas en Maracaibo.

El cruce de llamadas antes y después del homicidio constató la hipótesis y el hombre pasó de víctima a detenido como presunto autor intelectual sin que éste reconociera su culpabilidad. Los sicarios recibieron 2.000 euros a cambio de perpetrar el crimen, detalló el secretario de Seguridad y Orden Público del estado de Zulia, Jairo Ramírez.

La familia de la mujer fallecida deberá esperar hasta el 12 de enero para darle una digna sepultura en su ciudad natal, debido a la realización de trámites internos del país donde ocurrió el homicidio. El cuerpo debe ser trasladado desde Maracaibo hasta Caracas para recibir el tratamiento correspondiente a cargo de profesionales antes de la repatriación, explicó el ministro de la Secretaría de Repatriados, Luis Bogado, a ABC Color.

Indicó que la familia está al tanto de esta situación y recalcó que la cartera a su cargo, en conjunto con la Cancillería Nacional, se hará cargo de cubrir el traslado hasta nuestro país. El Estado entra a subsidiar cuando la familia no está en condiciones de afrontar los gastos, dijo.

En otro momento, aclaró que el costo máximo que puede tener este procedimiento no supera los US$ 15.000, dependiendo de la complejidad del caso, negando así los rumores de que el traslado tiene un costo de US$ 58.000, situación que tiene más que ver con una especulación cambiaria de una funeraria consultada, por lo que resolvieron contratar a otra que presentó una oferta más acorde al presupuesto de la dependencia estatal.

Agregó que el Estado paraguayo dará un seguimiento a la derivación judicial del caso. Considerando que la víctima contaba con un pasaporte español, la querella está a cargo de la representación consultar de ese país.

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