Las “narcovisitas” de Horacio Cartes

El viernes 22 de mayo era detenido en una estación de servicio Carlos Rubén “Chicharõ” Sánchez Garcete, diputado suplente por el departamento de Amambay, quien había sido condenado en Brasil por sus vínculos con el narcotráfico y sobre el que pesaba una orden de captura en el marco de una investigación por supuesto lavado de dinero vinculado a este ilícito.

Desde la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) aseguraron que llevaban semanas siguiendo a Sánchez Garcete y que el mismo era uno de los más buscados. Sin embargo, esta semana saltó a la luz que a la citada secretaría se la había olvidado informar de un “pequeño detalle” no solo a la opinión pública sino que a la mismísima Fiscalía: “Chicharõ”, vinculado al narcotráfico y sobre quien pesaba una orden de captura, visitó Mburuvichá Róga, la casa del mismísimo Presidente de la República apenas horas antes de ser detenido.

El caso generó revuelo luego de que tomara estado público. Más aún por las contradicciones que se generaron, principalmente las que dejaron en claro que la Senad no había dado nunca aviso alguno al fiscal de la causa, Marcelo Pecci, sobre la visita.

“Chicharõ” fue a la residencia presidencial para mantener una reunión política con el asesor de Cartes, Basilio “Bachi” Núñez. Es que el diputado suplente y su equipo departamental estaban buscando chapa para apoyar y el oficialismo no los había descartado. Según versiones que surgieron del entorno del diputado suplente, la reunión subió de tono luego de que le pidieran US$ 1 millón para poder entrar y cuando Sánchez amenazó con irse con el grupo liderado por Mario Abdo Benítez, hijo.

Pero la de “Chicharõ” no fue ni la primera ni la única visita de un político con supuestos vínculos con el narcotráfico que visita o el Palacio de López o Mburuvichá Róga en lo que va del gobierno de Horacio Cartes. Al presidente parece importarle muy poco el hecho de que algunos miembros de su equipo político fueron señalados por la misma Senad por sus supuestos vínculos con el “negocio”.

De hecho, la comitiva de Sánchez Garcete incluía a otro vinculado con el narcotráfico. Se trata del diputado colorado por el departamento de Amambay, Marcial Lezcano.

Lezcano, además de ser uno de los más férreos defensores de “Chicharõ”, es hermano de un suboficial que fue detenido en 2013 con cocaína líquida que estaba siendo transportada a la zona del aeropuerto Silvio Pettirossi, de donde partiría con destino a Europa. Según datos de los organismos de seguridad, el suboficial Águedo Lezcano trabajaría para la red encabezada por el narco brasileño “Cabeça Branca” y al que consiguió liberar de Tacumbú tras una fuerte presión política.

Un ejemplo de lo poco que le importan a Cartes los antecedentes fue confirmado por su mismo entorno, desde donde reconocieron que tomaron la decisión de separar al equipo de Sánchez Garcete y Lezcano recién el viernes, horas antes de que fuera detenido en el marco de una investigación por supuesto lavado de dinero vinculado al narcotráfico.

Sobre la diputada Cristina Villalba, su hermano Carlos –intendente de La Paloma– y el gobernador de Canindeyú, Alfonso Noria Duarte, pesan varias acusaciones de ser supuestos defensores de narcotraficantes que operan en la zona.

Los Villalba son los todopoderosos de su departamento y fuertes aliados políticos de Cartes. “La reina del Norte” intentó interceder por el exintendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta Marques, ante el fiscal general cuando se lo comenzó a vincular con el asesinato del periodista Pablo Medina y la joven Antonia Almada.

Si Cristina Villalba es considerada la reina de la zona norte del país, su hermano mayor, Carlos, podría ser sin ningún problema el “rey”. El intendente de La Paloma es considerado el hombre más poderoso de todo Canindeyú, donde su padrinazgo casi no cuenta con oposición. Arrastra con él una larga historia de denuncias de actividades ilícitas.

El intendente de La Paloma estaría presuntamente involucrado en el contrabando de mercaderías al Brasil, siendo uno de los principales rubros el cigarrillo, aunque se le suman otros como insumos agrícolas o electrónicos.

Villalba López ya fue denunciado por sus cercanas vinculaciones con Claudecir da Silveira, alias “Mano”, un brasileño con orden de captura que vive protegido en territorio paraguayo desde hace años y sindicado como uno de los principales líderes de una poderosa mafia que domina en la zona fronteriza el tráfico de cocaína, armas y hasta animales.

Sus detractores afirman que su padrinazgo sin discusión se basa en presiones a sus opositores.

Cuando comenzaron los cuestionamientos a Cristina Villalba, su correligionario, el gobernador de Canindeyú Alfonso Noria Duarte, se encargó de organizar raudamente un mitin político para presentar su apoyo a la legisladora. Estuvieron presentes varios intendentes de un departamento ampliamente dominado por los colorados y, en particular, por los Villalba; además de funcionarios de las diferentes comunas que fueron obligados a asistir.

Noria experimentó un llamativo y meteórico ascenso desde que asumió el cargo, hace un año. Levantó una mansión de US$ 3 millones en un predio de cinco hectáreas en una de las zonas más caras de Curuguaty.

Noria Duarte, de 35 años, apareció en el escenario político del departamento de Canindeyú en el año 2006, cuando sorpresivamente ganó las elecciones municipales de Curuguaty de la mano de los principales referentes de la línea política del expresidente Nicanor Duarte Frutos, entre ellos el polémico exdiputado Julio Colmán.

Se inició como licenciado en Ciencias del Deporte, título que le valió para enseñar, por ejemplo, en la escuela y colegio Fortuna de Curuguaty.

Tanto Noria como los Villalba siguen alineados a filas del oficialismo sin que se haya escuchado siquiera un cuestionamiento por parte del presidente hacia ellos. Además, visitaron varias el Palacio de Gobierno.

Los diputados Bernardo Villalba y Freddy D’Ecclesiis tendrían vínculos con el narcotráfico, según un informe que fue entregado al Senado el año pasado por la mismísima Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

El primero fue abogado de varios “peces gordos” y luchó por la aprobación de una ley que evitara la extradición de narcotraficantes, algo que hubiera favorecido enormemente a sus defendidos. Además, audios que constan en poder de la Senad revelaron que llegó a pedir aportes económicos Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo”, narcotraficante y líder del grupo criminal brasileño Primer Comando Capital.

D’Ecclesiis es hermano de un hombre que fue detenido en Uruguay y Paraguay por narcotráfico. Según versiones, un cargamento de droga que fue hallado hace un par de años y por el cual su hermano fue detenido habría sido encontrado en una estancia que supuestamente le pertenecía. Familiares suyos fueron condenados en Estados Unidos por tráfico de estupefacientes. Además -según la Senad- mantenía supuestamente contacto fluido con un líder del clan Giménez Noguera, vinculado al “negocio” en Bolivia y Paraguay. Ambos siguen en filas del oficialismo y fueron vistos varias veces en el Palacio, el sampedrano llegó a anunciar a través de radios comunitarias una de sus visitas al presidente Cartes incluso después de las investigaciones que lo vincularon con el narcotráfico.

La lista de “ilustres visitantes” de Cartes se cierra con el también diputado Alsimio “Toti” Casco, quien llegó al Parlamento acompañado por el hijo de un hombre vinculado al narcotráfico en Paraguay y Brasil.

La familia de Magdaleno Silva lo señala como uno de los supuestos responsables del atentado que le costó la vida al polémico político colorado y a otras tres personas más en Yby Yaú. Hace algunos días estuvo visitando a Cartes, con quien se saludó efusivamente.

juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano