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La agente fiscal refirió que se procedió a allanar la vivienda del sindicado como principal sospechoso del crimen del colono brasileño, acribillado en su vivienda en la noche del viernes.
Señaló que encontró remeras con manchas de sangre y vainillas servidas del mismo calibre (nueve mm) utilizado en el atentado.
También ordenó la detención del capataz del dirigente campesino, Carlos Peña Trinidad.
Aseguró que las declaraciones de 10 personas comprometen seriamente al citado dirigente campesino que manejaba un grupo de labriegos que mantenía constante conflicto con los integrantes del Movimiento Campesino Paraguayo, cuyo principal referente, es el concejal por el Frente Guazú, Néstor Núñez.
Miguel Villalba, uno de los que integraban el grupo de Teófilo Aguilar acusó a éste como uno de los autores del asesinato del colono de origen brasiguayo, representante de una de las 13 familias pioneras del asentamiento que aún se niegan a abandonar sus parcelas a pesar del acoso que desde el 2004 venían recibiendo de parte de nuevos invasores del inmueble de 3.000 hectáreas, encabezados por Aguilar.
Villalba sostuvo que en la tarde del viernes, la víctima recibió en su celular, vía mensajes de textos, nuevas amenazas que le indicaban incluso la hora en que sería atacado.
Afirmó que Aguilar le llamó esa tarde diciéndole que iba a matar al colono de origen brasileño por negarse a vender su derechera a la firma Agrícola Entre Ríos, que estaba comprando las parcelas con el apoyo extorsivo de Aguilar y su grupo.
Sostuvo que Aguilar se había comprometido a la empresa a conseguir la venta masiva de las parcelas y al encontrar una tenaz oposición de parte de un grupo perteneciente al Movimiento Campesino Paraguayo y de las 13 familias pioneras, se desesperó y comenzó a amenazar a todo el mundo.
Afirmó que detrás del asesinato existen poderosos intereses políticos y económicos.