Paraguay, el país de “impuestos bajos”

El llamativo comentario se dio tras una larga entrevista acerca de la crisis que se vive a nivel regional, que tiene como principal afectado a Brasil. En ese contexto, el ministro dijo que Paraguay es un “jugador chiquito en el mundo”, por lo que no puede darse “ciertos lujos”, como aumentar los impuestos. Recordó la instrucción del presidente Horacio Cartes de mantener los principales impuestos que generan ingresos tributarios solamente al 10%. Mencionó entre los principales el Impuesto a la Renta Personal (IRP, que paga una mínima parte de la población con mayores ingresos), y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es el pagado por el consumidor final y que constituye el ingreso más importante que tiene el Tesoro actualmente.

“No podemos perder de vista la realidad. (Paraguay) es un jugador chiquito en el mundo, pero que depende del mundo. Somos un jugador de básquet de 1,60 m. Cuando a Brasil le pasa algo, nos viene el coletazo”, explicó en entrevista con Radio Canal 100. Luego, recordó una de las características de nuestro país que impide tener “el lujo” de otros impuestos. Como Paraguay es un país mediterráneo, cuesta US$ 60 por tonelada –de cualquier producto– para que ingrese o salga del territorio, dijo Leite. “Si teníamos litoral marítimo (…) podríamos sostener ese modelo económico”, indicó. “Lo que dice el presidente Cartes es que seamos un país ‘10’. Hay sectores que no quieren pagar ese 10% de IVA o Renta”, se quejó.

El título de país con “impuestos bajos” es una de las banderas del presidente Cartes cada vez que promociona al país como destino para inversiones de capital extranjero. El aumento de los impuestos o creación de nuevos impuestos es un tema recurrente en la agenda política y social, ya que se pretende generar mayores y nuevos ingresos para cumplir con los objetivos del Gobierno de forma más eficiente. Una realidad que no se puede dejar de mencionar es que la mayoría de los ingresos van a gastos corrientes, esencialmente, salarios en el sector público, y es la menor parte la que queda para infraestructura, salud y educación.