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La céntrica calle se ha convertido en un mercado. Réplicas ilegales de carteras, discos piratas, alimentos y ropa de dudosa procedencia son algunos de los productos ofertados por vendedores que se apostan de forma desordenada sobre Palma, rompiendo con su belleza.
Con la competencia desleal, los informales ofrecen a los turistas sus irregulares productos y desplazan así a los artesanos que sí tienen permiso municipal para apostarse en la tradicional arteria.
Jorge Peña asumió hace un mes y unos días en la Dirección de Vigilancia de la Municipalidad de Asunción. Comentó que están ejecutando un censo de los vendedores ambulantes, de los que abonan canon y los que no, y así saber a qué área se dedican.