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La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio a conocer el miércoles su “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y El Caribe 2014”, en Santiago de Chile. El documento revela que la región ha logrado reducir su porcentaje de hambre desde un 15.3% entre 1990-91 al 6.1% en 2012-14.
Ross Mabel López Vega, representante asistente local de la FAO, expresó en una visita al diario ABC Color que el Paraguay ha mejorado notablemente, aunque aún se aguarda un crecimiento para 2015.
“Este informe recoge que, a nivel de la región, estamos relativamente bien. Es una de las regiones que cumplió, y hay ciertos países que no pudieron llegar pero están prácticamente al límite. Paraguay es uno de esos casos”, expresó. Entre otros países que no lograron alcanzar el nivel esperado, se encuentran Bolivia, Guatemala y Haití. De todas formas, “el que está en una mejor situación, entre ellos, es Paraguay”, acotó López Vega. “Si miramos un poco atrás y vemos las políticas que se fueron generando en estos últimos 5, 6 años, hay altas probabilidades de mejorar. Tenemos una ley de alimentación escolar que antes no existía, promulgada este año, pero viene de un trabajo sostenido ya de hace unos cinco, seis años”, agregó.
El informe oficial señala que “los avances a nivel de países y de la región son innegables. América Latina y El Caribe se han convertido en un verdadero ejemplo global de la lucha contra el hambre y su experiencia está siendo seguida de cerca por la comunidad internacional”.
El texto oficial consigna que, pese a los avances, un total de 37 millones de personas todavía padecen de hambre en la región. Esto implica que el 6.1% de la población de América Latina y El Caribe sufre de hambre en forma diaria.
El mayor rezago se concentra en la zona del Caribe, donde unas 7,5 millones de personas padecen hambre, lo que representa una leve mejoría frente a 1990-92 cuando esa cifra llegaba a los 8,1 millones.
Las cuatro áreas clave para abordar el problema del hambre, según la FAO, están en la adopción de políticas y estrategias integrales para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional; y el fortalecimiento de la agricultura familiar.
En nuestro país, actualmente se realiza un trabajo multisectorial concentrado en la alimentación escolar, un trabajo coordinado entre el Ministerio de Educación y Cultura, y el Ministerio de Agricultura y Ganadería.