Asadito, lomito y hamburguesa: tus mayores enemigos a la hora de hacer dieta

Salís de la facu o el trabajo y mientras caminás llega a vos el olor de un rico asadito; sin pensar dos veces, vas a comprarlo. Las comidas con altas calorías son las favoritas del paraguayo y es difícil no consumirlas, por lo menos, una vez a la semana.

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Imaginate un rico lomito árabe con mucha carne y una buena ración de salsa de ajo, acompañada de una gaseosa bien fría, ¿se te hizo agua en la boca? No te preocupes, a todos nos pasa, ya que en nuestro país abunda la costumbre de dejarse llevar por la apariencia y el sabor que tienen las comidas y no precisamente por los nutrientes que aportan.

Ser fit es un desafío para valientes. Decidís dejar las comidas grasosas y te inscribís en un gimnasio que está cerca de tu casa para ponerte en forma; llevás tu botellita de agua a todos lados y le pedís a tu mamá que te prepare ensaladas y jugos naturales. Todo está perfecto hasta que salís a tu vereda y sentís el olorcito a hamburguesas de la esquina y, como si nada, todo tu plan de vida saludable queda en el olvido.

Hasta Fiorella Migliore, en algún momento de su pasado, disfrutó de un rico asado o, tal vez, de una deliciosa empanada de pollo con pancito y, aunque ahora prefiera comer plantitas, sabemos que en el fondo de su corazón, a veces, extraña un buen brochette de carne con mandioquitas.

No hay peor pesadilla para el amante de la comida salada que ir en el colectivo sin un guaraní en el bolsillo, con un vare'a de novela y sentir cómo, por la ventana del bus, se adentra el delicioso olor a lomitos, hamburguesas y empanadas de las casillas ubicadas en varias esquinas.

Muchos afirman que al estar en una relación de pareja la probabilidad de subir de peso es mayor, ya que es más fácil ir a una lomitería a la vuelta de la casa a comer cinco hamburguesas que ir al cine o de paseo. Además, últimamente, para muchas chicas no existe mejor regalo que un ramo de lomitos; así es, las flores quedaron en el pasado.

Si por ahí no lográs alcanzar el monto mínimo para comprarte una sabrosa hamburguesa o el anhelado lomito, no te preocupes, igual vas a poder disfrutar de tu ración de carbohidratos de la semana. Aunque no sean tan exitosos como las propuestas anteriores, los panchos, las papas fritas y los chorizos también están disponibles para saciar tu hambre a un bajo costo.

Si sos “Team asadito” o un “Lomito lover”, siempre recordá que no tenés que abusar de estas comidas, ya que, tarde o temprano, la panza te va a pasar factura. Mientras mantengas una alimentación balanceada, podés disfrutar de todas las comidas que quieras.

Por Divina Alarcón (18 años)

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