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El deber de un buen comunicador es transmitir noticias importantes a los ciudadanos; muchas veces, la prensa difunde informaciones que no son del agrado de “los de arriba”, pues dejan en evidencia sus faltas.
Como en nuestro país la corrupción es una característica principal del poder, los gobernantes siempre tratarán lo máximo posible de censurar cualquier tipo de información que pueda perjudicarlos. Se podría decir que todo empezó con el Gral. Alfredo Stroessner, quien al inicio de su mandato no parecía tener problemas con la prensa, pero ya en los años '60, procedió a clausurar varios diarios, comenzaron las persecuciones y los apresamientos.
La dictadura se convertía en enemiga principal de la libertad de prensa, cualquier crítica o información en contra del gobierno era pagada con la cárcel o castigos aún peores; igualmente, el periodismo se mantuvo en pie. La prensa ha tenido que pasar momentos muy difíciles en épocas pasadas, días de mucho sufrimiento, tristeza e impotencia; que el periodismo haya resurgido después de todo lo que pasó es admirable.
Viajemos más en el tiempo y ubiquémonos en el año 2018, ya no hay dictadura y existen muchos medios de comunicación: radiales, televisivos, escritos, virtuales, etc. Con las características que tiene la realidad periodística actualmente, ¿sigue habiendo conflicto entre el poder y la prensa? La respuesta es que sí, por el simple hecho de que los políticos siguen cometiendo acciones corruptas y denunciables.
Pero que el día de hoy la paz entre los gobernantes y los comunicadores siga sin existir, debe ser una noticia que llene de satisfacción a los ciudadanos. Los periodistas siguen sin permitir que la corrupción política del país devore todo lo que tiene a su paso; las noticias que denuncian anomalías del poder siguen existiendo, por eso nuestro país no es el pueblo zonzo que muchos quieren que sea. Por algo se vieron protestas masivas, movimientos y reclamos en contra de la corrupción.
Obviamente siempre existirán los que dejan influenciar o censurar su opinión o información; pero los comunicadores honestos prevalecerán siempre. Festejemos hoy este importante Día Mundial de la Libertad de Prensa, recordando que el poder expresarnos libremente es la única razón por la cual seguimos en pie y no nos dejamos pisar impunemente.
Diego Benítez (18 años)