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El dulce proyecto consiste en un caramelo hecho de té verde y mburucuyá, que sirve como complemento para el tratamiento de la ansiedad transitoria. Las jóvenes comentan que, en principio, pensaban hacer un chicle, pero no tenían los materiales ni recursos para lograrlo. “No conseguimos los elementos necesarios para llevar a cabo la idea, así que cambiamos y nos propusimos hacer el caramelo”, explican.
“Nosotras no teníamos esperanzas de ganar, porque había muchísimos proyectos mejores”, relatan las estudiantes que participaron de la Expo CNAE que se realiza en su institución. “No nos sentíamos satisfechas con el trabajo, creíamos que le faltaban varias cosas”, cuenta Liliana.
“Esperanzas de ganar, no teníamos, ni siquiera vimos la lista de ganadores hasta que una compañera nos avisó por teléfono. Obtuvimos el sexto puesto de nuestro bachiller y la acreditación era para viajar a una feria científica en Fortaleza, Brasil”, comenta Nadia. “Nos costó mucho conseguir los pasajes, pedimos ayuda a Itaipú y otras entidades, pero no recibimos respuesta”, expresa Liliana. También agregan que, gracias a la directora del colegio, lograron exonerar el costo de las inscripciones para la feria, lo que ayudó a disminuir los gastos.
Relatan que, al llegar a Brasil, tuvieron muchos inconvenientes, en especial con la comunicación. “Los organizadores hablaban por los parlantes y no entendíamos nada, los miembros del jurado tampoco parecían comprender bien lo que decíamos y, por eso, no esperábamos volver a ganar algo”, explica Nadia.
Las estudiantes cuentan que solo esperaban acumular experiencia y disfrutar de la oportunidad que habían obtenido. “Ya estábamos en la feria y solo queríamos pasarla bien. Teníamos cero esperanzas porque los demás proyectos eran de primer nivel; estaban disponibles 60 acreditaciones y 100 proyectos”, comenta Liliana.
“Llamaron a través los parlantes y dijeron el nombre de nuestro proyecto. No entendíamos nada, fue todo muy confuso. Subimos al escenario temblando de emoción”, cuentan las chicas. La acreditación que ganaron es para la feria “Encuentro Internacional de Semilleros de la Investigación” en octubre de este año, a realizarse en Pasto, Colombia.
Las aficionadas a la investigación desean poder ir a la feria, pero los costos de los pasajes e inscripciones son mucho más elevados que los del país de la samba. “El vuelo para llegar hasta Pasto, Colombia, cuesta lo mismo que todo lo invertido en Brasil; estamos a contrarreloj, necesitamos dinero y esperamos conseguir ayuda del MEC o alguna entidad”, destacan.
Las estudiantes esperan poder concretar el viaje y seguir participando de diversas ferias. Al mismo tiempo, invitan a los jóvenes a adentrarse al mundo de la investigación y que se animen a participar de los eventos científicos.
Por Divina Alarcón (18 años)