/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/UT3MOXMTGNDOJFZHHYYX25YLIA.jpg)
Cargando...
La semana pasada, el mundo del fútbol se enlutó al conocer la noticia del accidente aéreo sufrido por el equipo de Chapecoense, el cual iba en busca de una hazaña continental, al tratar de conquistar la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional de Colombia. Luego de la tragedia, florecieron el apoyo y las muestras de solidaridad para el humilde club brasileño.
Una de estas muestras de solidaridad fue la entrega del trofeo de campeón de la Copa Sudamericana, a pedido de Atlético Nacional, al Chapecoense, como un homenaje a las víctimas de la tragedia aérea. Este hecho muestra la cara más humana del fútbol, especialmente de la Conmebol, la cual se vio empañada por hechos de corrupción que azotaron al deporte rey en los últimos años.
El gesto realizado por la Conmebol fue muy significativo, puesto que esta vez se primó lo humano antes que lo deportivo e institucional. Así también, el club colombiano dejó de lado la ambición y la felicidad de sumar una copa más a su vitrina, solicitando que el equipo de Chapecó se lleve el trofeo. Realmente, es un gesto muy noble que demuestra que el espíritu deportivo sigue vigente en el mundo futbolístico.
Muchas personas dicen que el fútbol es solamente correr detrás de una pelota y chutar hacia un arco. No, el fútbol es más que eso; es un sueño por llegar a la cima mundial, son las ganas de lograr un campeonato o la emoción de gritar el gol de tu equipo favorito a minutos del final del partido. Los jugadores tienen familias que mantener, poseen metas y objetivos, los cuales persiguen tras un balón y anhelan llegar lejos con el deporte que aman. Lastimosamente, todos esos sueños quedaron truncos para los deportistas del humilde Chapecoense.
Esta semana conocimos la cara más humana del fútbol y aprendimos que el negocio y el dinero nunca pueden estar por encima de la vida humana. Hoy, el equipo de Chapecó es campeón de la Copa Sudamericana, un merecido homenaje a los héroes que pasaron a otra vida en esa trágica noche colombiana. Chapecoense fue en busca de conquistar América, pero logró conquistar al mundo. El trofeo ya está en el cielo.
Por Brian Cáceres Verón (17 años)