Obsesión por la delgadez, un ideal que embellece o enferma a las mujeres

“Este vestido es tan lindo..., pero me queda chico”. Cuántas veces escuchamos esta frase en boca de mujeres que desean lucir espléndidas pero sus cuerpos no encajan con el ideal de la silueta perfecta, la cual exige extrema delgadez.

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Pómulos salientes, nariz respingada, mandíbula marcada y cintura ceñida, estos son los atributos que deben cumplir las mujeres deseosas de un “cuerpo perfecto”, pero la principal exigencia para llegar a dichas cualidades estéticas es la delgadez. Amada y anhelada por muchas, la poca masa corporal se encuentra directamente ligada a la esbeltez y la seducción, provocando incluso la obsesión de aquellas que desean una figura de ensueño.

Desde los avisos publicitarios, los spots de radio hasta las portadas de las revistas de moda, al parecer, nuestros días se empeñan en hablar de la belleza unida a la reducción de peso, haciendo que la gente deduzca que una silueta delgada es el sinónimo de perfección. Asimismo, activa se encuentra la idea de que la persona, que logra la delgadez requerida, se gana el atractivo esperado.

No está mal ser flacos, comer saludable ni hacer ejercicios diarios, lo negativo se presenta cuando todas estas acciones son llevadas al extremo, con el objetivo de lograr una imagen “diferenciada, única y estupenda”, sin tener en cuenta que la constante presión para obtener una cintura de avispa puede provocar perjuicios inimaginables. ¿Hasta dónde están dispuestas a llegar algunas personas que anhelan una figura ideal?

La famosa muñeca Barbie es considerada por muchos como el ícono de la belleza femenina. Desde su lanzamiento, el 9 de marzo de 1959, Barbie batió récords en venta y todas las niñas deseaban, en algún punto de su infancia, tener esta muñeca; varias adolescentes llegaron a la exageración de querer emular las características físicas de este juguete.

En 2014, la BBC intentó trasladar las proporciones de Barbie en una mujer normal, obteniendo una figura desproporcionada, pues sus medidas son de 91-46-84, tamaños poco realistas en cualquier mujer. Sin embargo, aún con su imagen fantasiosa, la muñeca fue un ejemplo a seguir para Valeria Lukyanova, una modelo ucraniana.

Empezando con un aumento de senos, Valeria se hizo varias cirugías como un levantamiento de cejas, retoques en su nariz, reducción de mejillas y cuello, liposucción en sus extremidades y otros “arreglos” para lograr parecerse a su muñeca favorita. Actualmente, la modelo es conocida como la “Barbie humana”.

Igualmente, los casos que rayan el extremismo en busca del cuerpo perfecto, se dan con más frecuencia en el mundo de la moda. A pesar de las maravillas creadas en torno a la delgadez, campañas publicitarias de marcas como Yves Saint Laurent y Chanel han sido censuradas por utilizar a modelos “demacradas”.

También, en 2016, la firma Gucci fue acusada de exponer a modelos extremadamente delgadas y, por ese motivo, una organización reguladora de las diferentes publicidades del Reino Unido censuró su campaña. Por otro lado, en 2017, Yves Saint Laurent fue blanco de críticas, ya que la Autoridad Reguladora de Publicidad Profesional, organismo privado francés, solicitó la modificación de las fotos de su modelo pues, por la delgadez excesiva, transmitían una idea errada acerca de un cuerpo sano.

“Está hecha cadáver” y “se le ven los huesos”, comentarios como estos surgieron luego de una publicación de Eugenia “China” Suárez; en un post, la mujer se mostraba más delgada de lo normal, pero nunca esperó un aluvión de críticas por su imagen. La China se encontraba grabando para la película Abzurdah, en la cual interpretaba a una joven con anorexia; Eugenia tuvo que bajar de peso para encarnar dicho papel y, de a poco, estabilizó su masa corporal, pero esto no la salvó de la cruda opinión pública.

A veces, la presión también cumple un papel protagónico en la vida de las personas, pues un cuerpo delgado suele ser el primer condicionamiento para un trabajo artístico.

En 2001, la exintegrante del grupo Spice Girl, Victoria Beckham, confesó que durante sus años de carrera musical, la administración las presionaba a ella y a sus compañeras para que bajen de peso, provocando en ella una obsesión con su apariencia física. Actualmente, aparte de ser una exitosa diseñadora de modas, Victoria es muy cuestionada por su llamativa delgadez y reconocida por su rigurosa dieta a base de ensaladas, batidos y poca cantidad de carne.

Por último, la melodiosa voz de Karen Carpenter, vocalista del grupo The Carpenters, se apagó un 4 de febrero de 1983 debido a las complicaciones provocadas por una anorexia nerviosa. La mujer de 32 años, presionada por las opiniones con respecto a su cuerpo y los problemas personales, tanto se entregó a su obsesión por mantenerse delgada, que su cuerpo no soportó y su trastorno terminó cobrándole la vida.

Aún con las múltiples desventajas, el errado ideal acerca de la delgadez como perfecta cualidad influye hasta llegar a un empeño extremista por encajar en los estándares de belleza establecidos.

“Cuando hablamos de una figura perfecta, entran muchos factores, pues el significado de dicha expresión es subjetivo. El cuerpo perfecto es la manera en que se siente una persona cuando se mira al espejo”, expresa el psicólogo clínico Édgar Duré. Según el especialista, no existe una imposición en cuanto a cómo debe ser nuestra figura física, ya que cada uno opta por dejarse influenciar o no por las tendencias.

De este modo, un cuerpo delgado se promociona dependiendo de la cultura de una comunidad o, simplemente, algunos hacen su propio cuerpo perfecto, alejados del ideal social. “Sin embargo, cuando se genera una obsesión por la búsqueda de conseguir la mejor imagen, entonces la persona pasa por un tratamiento psicológico para trabajar en esa obsesión y, si esta se vuelve excesiva, se deriva al psiquiatra para un seguimiento multidisciplinario.

Por otro lado, el psicólogo señala que, para sentirse bien, una persona trata de llenar el vacío a través de un cuidado excesivo, pero fisiológicamente el cuerpo de la gente depende de cómo cuida su mente y, si uno no protege este detalle, se genera un desequilibrio que desencadena en la obsesión. “Todo depende de uno mismo; si me considero una persona con un buen equilibrio, lo exterior estaría en segundo plano y solo me ocuparía de lo primordial: mi salud mental”, añadió.

No solo las publicidades parecen rendir culto a los cuerpos delgados, pues en el mundo de la moda casi todo gira en torno a la delgadez, pero ¿por qué parece tener tanta relevancia? “Desde siempre, en la moda solo se ofreció la talla mediana o maniquí, esto se debe a que las prendas, generalmente, lucen mejor en un cuerpo delgado y esbelto. Todo consiste en vender el producto”, indica Sindy Rojas, diseñadora de moda vanguardista.

Antes de mantener una buena imagen, la salud y el buen estado físico deben estar en primer lugar. “La marca Dolce & Gabbana está empezando a abarcar todo tipo de tallas con modelos plus, sin centrarse solamente en las figuras delgadas. Esto podría elevar la autoestima de muchas chicas que se sienten cohibidas con su cuerpo o no pueden comprar la ropa que les gusta porque no la encuentran en su talla”, comenta Sindy.

De igual forma, Sindy afirma que “resulta complicado dejar de lado el ideal generado hacia la delgadez, ya que el marketing producido gracias a ella favorece a las casas de moda y las mismas mantienen un estándar, teniendo en cuenta lo que vende más”.

¿Qué está a la moda? y ¿qué realzaría tu atractivo?, estas cuestiones llevan a muchas mujeres a someterse a una estricta dieta por creer que la imagen es lo esencial. “Las dietas para adelgazar son muy comunes entre adolescentes y, generalmente, las sacan de la web, sin acompañamiento de un especialista, lo que empeora la efectividad de los procedimientos”, manifiesta la nutricionista Katherin Arévalos.

Según la profesional, comparada con aquellas personas que restringen su alimentación por cuenta propia, es mínima la cantidad de jóvenes que acuden a un nutricionista y buscan una dieta balanceada sin peligros. “Ser tu propio nutricionista te funciona para perder el peso deseado pero, al final, esto sale de control y la persona termina por disminuir su musculatura a causa del desgaste, pues con una dieta muy exigente, primero baja tu nivel muscular antes que la grasa”, menciona Katherin.

Otros efectos no deseables son la insuficiencia de vitaminas y minerales, el desbalance del sistema hormonal, etc. Así, queda más que comprobada la importancia de saber qué comemos, en qué cantidad y de qué manera. “No es necesario que la visita al médico sea constante, basta con controlar de una mejor manera nuestra alimentación, pues las cosas que amamos, como las comidas, juegan un papel más relevante del que les otorgamos”, afirma la nutricionista.

Flashes de cámaras y una pasarela marcaban, un 12 de agosto del 2006, el desfile de la modelo uruguaya Luisel Ramos, hasta que la joven cayó desplomada en medio del camino. El índice de masa corporal (IMC) de la modelo, que resulta de dividir el peso por la altura al cuadrado, era solo de 14,37 y la Organización Mundial de la Salud considera infrapeso cuando el IMC está por debajo de 18,5 y determina como delgadez severa cuando este es menor de 16. ¿Existen países que sancionan a empresas y modelos en esta situación?

Israel, a pesar de no figurar como el máximo exponente de la moda, fue el primer país en poner un alto a las modelos con una delgadez extrema, pues desde el 2013, rige una ley que prohíbe el desfile y las sesiones fotográficas de mujeres con un IMC inferior al 18,5. Otra nación que se adhirió a estas sanciones es Francia; en el país de la moda, una ley exige que las agencias de modelaje presenten un certificado que refleje las medidas aceptadas entre el peso y la altura de sus trabajadoras.

De no cumplirse las exigencias en Francia, las multas ascienden hasta 75 mil dólares y seis años de cárcel. Igualmente, Madrid se convirtió en la primera capital europea en tomar medidas con respecto al peso de las modelos, cuando prohibió en 2006 que varias jóvenes, con un IMC menor al 18, desfilaran. Otros países como Italia, Chile y Bélgica han aprobado normas similares a la de Francia.

La delgadez sigue siendo uno de los requisitos fundamentales para tener una imagen sofisticada o diferenciada, pero este ideal va perdiendo fuerzas con el paso del tiempo y, al final, ni el vestido más ceñido o la clavícula más marcada harán las diferencias, pues la perfección no se resume en lo que ves a través de las pantallas, sino en lo que apreciamos de nosotros mismos. Entonces, quizás, ya tenés tu imagen perfecta.

Reportaje de Macarena Duarte (17 años)

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