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Cuando leés una publicación periodística controversial, seguro que debajo del texto te topás con un centenar de comentarios. Es bueno que cada ciudadano pueda expresar lo que piensa acerca de un tema y lograr un debate con argumentos bien fundamentados, pues, al obtener varias opiniones cimentadas, una persona puede darse cuenta de las diversas aristas que un hecho tiene.
Pero..., ¿qué pasa cuando observás un comentario denso hecho por un perfil falso? Primeramente, te das cuenta de que el sujeto que hizo el posteo ni siquiera se hace cargo de lo que dice. Segundo, comprendés que hacer un debate ameno no se va a poder lograr, ya que, al no dar la cara, te da la pauta de que ni argumentos válidos posee.
Las personas que se dedican a crear cuentas apócrifas no vacilan en publicar hasta guasadas a fin de "socorrer" a alguien que se encuentra envuelto en una situación comprometedora. A veces, estos individuos con perfiles falsos llegan a realizar una parodia perfecta de abogados, pues defienden a capa y espada a su "cliente" por más de que este sea un mentiroso o un delincuente.
Muchos hurreros proceden con la brutalidad propia de salvajes, dado que no les importa qué dicen ni cómo lo manifiestan; todo vale con el fin de salvar el pellejo al amo. Groserías, vulgaridades y palabras que faltan al respeto a las personas se pueden visualizar en los comentarios.
La creación de perfiles falsos resulta atemorizante y alarmante, debido a que su utilización también es peligrosa para los niños y adolescentes que tienen acceso a las redes sociales. ¿Cuántas abusos sexuales de menores se produjeron originados en engaños hechos a través de cuentas fraudulentas?
Es necesario denunciar a los usuarios falsos de Facebook, Instagram y las demás redes, ya que de esta manera estaremos dando nuestro granito de arena en la guerra contra los sujetos inescrupulosos que se esconden tras una máscara virtual con el objetivo de hacer daño.
Las redes sociales no sirven para gritar tres hurras a algún líder ni para engañar a las personas; los hurreros deben comprender que dar una opinión conlleva cierta responsabilidad y que no está bien tirar la piedra y luego esconder la mano. En la batalla contra los perfiles falsos depende de vos denunciar las cuentas “fantasmas” o hacer la vista gorda; ¿qué decidís hacer?
Por Rocío Ríos (19 años)