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Marito asumió la presidencia oficialmente el pasado 15 de agosto y, tras su primer discurso como jefe de Estado, generó bastantes expectativas en jóvenes y adultos por las promesas realizadas.
El Presidente comenzó su alocución hablando acerca de una real transformación de la República, una ilusión que los paraguayos encienden al inicio de cada gobierno, pero cuyas esperanzas van mermando al pasar los años.
Sin dudas, lo que más llamó la atención de los ciudadanos fue que el mandatario mencionó que “la impunidad es el cáncer a vencer” y que, actualmente, la justicia paraguaya es implacable y rígida “como el acero” para las personas humildes y, por el contrario, es complaciente y cómplice para la clase influyente en el país. ¿No se contagiará el Presidente de esta enfermedad terminal, que ya hace años está acabando con nuestra sociedad, durante su gobierno?
Asimismo, Mario Abdo se comprometió a construir los consensos necesarios para una justicia verdaderamente independiente y valiente. Aclaró, además, que él no quiere jueces amigos y que, durante su gobierno, si es que su equipo de trabajo tiene algún tipo de inconducta, será el primero en colaborar con el cumplimiento de las leyes.
En lo que a trabajo se refiere, el jefe de Estado aseguró que será posible encontrar solidaridad y apoyo en su persona. Igualmente, afirmó que nuestro país va a seguir desarrollándose a través de un crecimiento económico más inclusivo que permita que la gente salga de la pobreza extrema y, de la misma forma, disminuya el desempleo y genere una movilidad social ascendente para todos los paraguayos.
Marito prometió que durante su gobierno se consolidarán los programas de protección social existentes, de modo a que más ciudadanos puedan tener una vida digna. Además, mencionó que la educación será uno de los principales ejes y que la formación paraguaya se enfocará en políticas llenas de valores con la ayuda de los maestros, quienes serán los agentes de cambio en sus respectivas comunidades educativas.
¿Se pondrá en marcha durante el gobierno de Mario Abdo Benítez una reforma educativa para garantizar una educación de calidad a niños y jóvenes, que actualmente reciben una de las peores formaciones académicas del mundo? Indudablemente, el mandatario tiene el gran desafío de no solo mejorar el nivel de aprendizaje de los paraguayos, sino también de incluir a los más de 100.000 adolescentes que se encuentran fuera del sistema, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares 2017.
En un punto del discurso, comentó que prefiere los aplausos de salida por encima de los de entrada. Para 2023, ¿será que Marito podrá cumplir con la mayoría de sus promesas y dejar la presidencia de la República para convertirse en senador vitalicio, como prometió, con ovaciones por haber cumplido correctamente su trabajo?
Por Fiona Aquino (18 años)