Policía reforzará seguridad en Amambay tras asesinato del hijo de supuesto jefe narco

La Policía Nacional intensificó sus esfuerzos de seguridad en el departamento de Amambay después del violento ataque a tiros que conmocionó a la ciudad el día de ayer. Este atroz crimen ha generado preocupación entre las autoridades locales, quienes temen posibles represalias por parte de la familia de la víctima. La escalada de violencia que ha afectado a la región en los últimos tiempos ha dejado a las autoridades en alerta máxima.

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El atentado, que tuvo lugar en una concurrida zona del microcentro, ha suscitado interrogantes sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad para contener la violencia en la zona. Las autoridades, sin embargo, han prometido redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de la población y llevar a los responsables ante la Justicia.

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En medio de la incertidumbre que rodea a este trágico incidente, la Policía Nacional trabajará en estrecha colaboración con las agencias de seguridad locales para investigar y resolver este crimen, al tiempo que se mantendrá vigilante ante cualquier posible represalia por parte de individuos o grupos relacionados con la familia de la víctima, según indicó el comisario general inspector Evert París, director general interino de la Dirección General de Inteligencia Policial.

En cuanto al avance de la investigación, señaló que las evidencias encontradas en la escena del crimen están siendo analizadas por un grupo de expertos y que en breve se tendrá resultados. Entre los elementos están una pistola calibre 9 milímetros, el celular de la víctima y videos de las cámaras de seguridad ubicadas en los alrededores del lugar del hecho.

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Las otras dos personas que resultaron heridas ya están fuera de peligro y con custodia policial y en la brevedad posible prestarán declaración indagatoria.

Antecedentes

Charles González Coronel había protagonizado un incidente en el año 2011 en Ponta Porã cuando al salir de un local bailable fue abordado por policías brasileños. El mismo, ofuscado, corrió hasta donde estaba estacionada su camioneta y tomó una ametralladora con la que abrió fuego contra los intervinientes.

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Los policías pidieron refuerzos y persiguieron al joven, que entonces tenía 20 años. Metros antes de cruzar la frontera, realizaron varios disparos contra la camioneta hiriéndolo gravemente. Pese a su estado, logró ingresar al Paraguay donde llegó a pedir auxilio en un sanatorio privado.

Efectivos de la División Criminalística inspeccionaron su vehículo y encontraron en total 24 disparos que impactaron en el rodado.