No es ningún secreto que Paraguay ofrece un “cielo fácil” para actividades para vuelos ilícitos al servicio del narcotráfico y el contrabando. Tampoco es secreto que la falta de presupuesto y la voluntad política convierten a nuestro país en un paraíso de lo ilegal. Pese a contar con el mentado código SNIP, los radares parecen estar lejos de ser una realidad para controlar el espacio aéreo local.
La reciente visita de dos días del coordinador Anticorrupción Global del Departamento de Estado, Richard Nephew es un recordatorio de que Paraguay sigue siendo un foco de preocupación para los EE.UU. en lo referido al narcotráfico, lavado de dinero, corrupción y las incipientes restricciones a las libertades, en especial a la libertad de prensa.
De las trece mujeres piloto aviadoras que tiene la Fuerza Aérea Paraguaya actualmente, solo dos están especializadas en aviación de combate. De estas, la teniente primero Cynthia Carolina Orué Santacruz es la primera en completar su entrenamiento de diez meses en la Base Aérea de Natal (BANT), Brasil, como piloto de combate. Un logro profesional alcanzado con creces, pues cada día en ese curso es un desafío de altísima presión que ella supo sortear inclusive con honores. En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se recuerda el próximo 8 de marzo, hacemos un recorrido por su experiencia.
El camino más fácil para argumentar la inconveniencia de la adquisición de los aviones Super Tucano es comparar Salud y Educación con Defensa. La falta de medicamentos, el déficit edilicio de las escuelas y la falta de kits escolares son inconcebibles. Pero estas carencias tendrían más bien que ver con la gestión deficitaria de esas carteras más que con los planes de Defensa que tiene mucho menos dinero asignado para el 2024.
La iglesia o capilla de San Miguel en Santa Fe, Nuevo México, es la más antigua en funcionamiento en los Estados Unidos. Este monumento histórico refleja la rica historia religiosa y cultural y encapsula momentos cruciales en la historia de América.