"Los algoritmos no son transparentes. Se usan para venta de productos, o de ideologías, o para direccionar a un elector, para hacerle un lavado cerebral. Las redes deben exponer con transparencia como se usan sus algoritmos", dijo De Moraes, juez del Tribunal Supremo, en una intervención por vídeo en la sesión inaugural de la cumbre mundial de verificación Global Fact 12.
Esta conferencia reúne en Río de Janeiro, desde este miércoles hasta el viernes, a alrededor de 450 especialistas en la lucha contra la desinformación de todo el mundo y representantes de grandes empresas tecnológicas y redes sociales, como Meta o TikTok.
De Moraes defendió de forma vehemente la necesidad de regular las redes, al afirmar que "no son neutrales, tienen ideología y sesgo político" y porque se basan en "un modelo económico perverso" que fomenta las informaciones virales, con las que "facturan más con el discurso de odio".
La Cámara de Diputados de Brasil archivó en 2024 un proyecto de ley para regular las redes, y De Moraes atribuyó esta decisión a "coacciones" por parte de las "big techs" contra los legisladores para evitar la aprobación del texto.
"No es posible que las democracias sigan alimentando un discurso de libertad de expresión para que las 'big techs' no se sometan a la legislación de cada país", comentó.
De Moraes es el relator de una causa que investiga la diseminación de noticias falsas por parte de un supuesto gabinete montado en el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022) con el propósito de atacar a rivales políticos y también instruye el caso que juzga al líder de la extrema derecha por el presunto intento de golpe de Estado tramado para mantenerse en el poder.
En el marco de estas causas, De Moraes se ha enfrentado a empresas tecnológicas y ha llegado a suspender de forma temporal los servicios de Telegram y de X en Brasil, por negarse a cumplir órdenes judiciales.
Por ello, Elon Musk, dueño de X, ha vertido ofensas contra De Moraes y lo ha calificado de "dictador", mientras que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, sugirió que aplicaría sanciones contra el juez, acusándolo de censurar a ciudadanos estadounidenses.