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Llama poderosamente la atención el apuro para tratar este proyecto de ley. Hasta Ángel Paniagua, vicepresidente 1º de la Cámara, convocó a una sesión a las apuradas porque Alliana “no existe”, dijo un poco.
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Seguramente le leyó a René Descartes en estos días y se le quedó su famosa frase: “Pienso, luego existo”. Y como Alliana no piensa, entonces no existe, sería el razonamiento del exnarrador deportivo.
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Ayer faltaron dos votos para que los pro-subsidios contra la gente se salgan con la suya. Pero no logran convencerle parece a más legisladores; conste que hay “combu$tible” de sobra, según dicen.
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Pedrito Alliana denunció que es un “explotado laboralmente” angá, a pesar de que gana G. 1.000.000 por día como legislador sin contar beneficios: seguro médico, hasta hace unos días combustible mensual de G. 3.500.000, chofer, estacionamiento gratis, etc.
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Se quejó porque le hicieron ir al Congreso un viernes a las 07:00. Pobrecito. Según su agenda ningó ya tenía que estar haciendo campaña política con el “carbón mojado” de Santi Peña.
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Lamentables las explicaciones del titular del BCP José Cantero a los legisladores y a la prensa, luego del encuentro ayer en el Congreso. Da pena escuchar a un funcionario de ese nivel.
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Con vocabularios técnicos intenta confundir gua’u y ocultar sobre un tema bastante sencillo: ¿Por qué el BCP (entonces a cargo del ultracartista Carlos Fernández Valdovinos) esconde el informe sobre González Daher y la Financiera Ara?
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Es más, Cantero no se animó a incluir el nombre de HacheCé. ¿Por temor o complicidad?
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Había sido que un parlasuriano paraguayo se comportó como un “patotero” en el aeropuerto de Montevideo porque no le atendieron rápido. La funcionaria de mostrador tuvo que llamarle incluso a la seguridad para que desalojen al compatriota. ¡Qué vergüenza!