Las manos pálidas y sucias del niño me ofrecen caramelos a cambio de una moneda
Esta es una historia de ficción: Un sentimiento desolador quedó en mí tras haber intercambiado una moneda por un caramelo con un niño. No era un chico común y corriente, sino uno de los que pasa desapercibido, aunque tenga manos pálidas y pies descalzos.