La violación sexual es el acto de profanación de la intimidad física y psicológica, la parte más sagrada de la persona. Las relaciones sexuales forzadas, que incluyen penetración vaginal, anal u oral por parte del delincuente; incluso las que implican la inserción de un objeto, son algunas de las experiencias más devastadoras que un ser humano puede vivenciar.
La violación sexual es el acto de profanación de la intimidad física y psicológica, la parte más sagrada de la persona. Las relaciones sexuales forzadas, que incluyen penetración vaginal, anal u oral por parte del delincuente; incluso las que implican la inserción de un objeto, son algunas de las experiencias más devastadoras que un ser humano puede vivenciar.
A comienzos de enero del presente año ocurrió un hecho criminal que conmocionó a la sociedad paraguaya. Un joven de 19 años confesó haber violado, matado e incinerado a su expareja durante la realización de un supuesto rito “satánico” en el predio de la ex Caballería. Violar, matar, incinerar a una persona en un lugar al aire libre no es un crimen frecuente en nuestro país. Pero lo más peculiar del caso es el relato del criminal: el posible desarrollo de los hechos que se correlaciona fuertemente con los rituales de iniciación que suelen darse en una secta satánica tradicional. Además, se presenta la dificultad de que una sola persona pueda haber hecho semejante crimen. Secta satánica, ¿realidad o fantasía?