El Tacuary FBC está de fiesta. Este aniversario nos sorprende con la expectativa del retorno a barrio Jara. La idea de volver a jugar en el emblemático estadio “Toribio Vargas” entusiasma a la gente y se prepara para recibir al hijo dilecto. Pareciera que el “Martín Fierro” con su expresión de “no te apartés del lugar donde se inició tu existencia”, hizo un aporte de envión para decidir el retorno.
Apoyados en una obra que estamos preparando por los 90 años del emblemático club barriojarense, extraemos algunos capítulos para recordar pasajes de su historia. No se cuenta con un archivo ordenado, pero una profusa tarea de investigación y años de vivencia, nos otorga alguna autoridad para decir que Tacuary FBC fue fundado el 10 de diciembre de 1923 y que su nombre hace alusión al buque de guerra Tacuarí, construido en astillero de Europa para traer a reforzar la defensa en la guerra contra la Triple Alianza.
Nadie esperaba que este 89º aniversario se iba a celebrar deshojando margaritas, con la incertidumbre que generó el resultado ante Rubio Ñu y los titulares de matutinos que al día siguiente del partido decían: “Tacuary cae y queda en coma”, titulaba uno. “Al borde del abismo”, decía otro. “Ñuenses ahogaron al Tacua”, sentenciaba otro. Algo así como la crónica de una muerte anunciada. A propósito, Almafuerte en una de sus obras literarias decía que “todo lo incurable tiene cura, a cinco minutos de la muerte” y aplicando ese pensamiento al momento que vive nuestro club, podemos decir que todavía quedan 85 minutos de vida antes de entrar en los cinco minutos mortales. No se pierde el optimismo y hasta estamos convencidos que Tacua no se va.