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La entrada no cuenta con rampa, ni el salon en sí, y mucho menos hay lugar dentro del auditorio para personas con sillas de ruedas, es una vergüenza
¿Por qué se hacen campañas de inclusión y los entes que deberían ser ejemplos como las municipalidades no cuentan con el mínimo requerimiento que es una rampa?
Demás está decir el mal momento que pasó mi madre mientras todos teníamos que levantarla con su silla de ruedas para hacerle ingresar al recinto.
Raquel Dalila