Esta es la luz de Freddy

Si de contrastes se quiere hablar, el duelo en el Defensores del Chaco podría servir como un claro ejemplo de grandes de ellos. Olimpia llegaba con la necesidad de sumar de a tres seguir en la lucha cabeza a cabeza con Guaraní por la punta del campeonato; mientras que el local, General Caballero ZC, llegaba con la acuciante premura de un triunfo para soñar con la posibilidad de salvarse del descenso.

Lejos de lo que habitualmente se espera en este tipo de encuentros, fueron los del cuadro militar los que arrancaron demostrando mayor ambición. Los de General Caballero presionaron con intensidad al Decano, cuyos jugadores se sentían incómodos y no podían desplegar el juego habitual.

Los militares tuvieron algunas opciones interesantes para abrir el marcador, aunque el buen trabajo de Diego Barreto en la portería franjeada y la falta de un poco más de tino por parte de los delanteros rojos evitaron que abriera el marcador.

A medida que transcurrían los minutos, los del Decano parecían encontrar algunos espacios a través de los cuales comenzar a generar el movimiento del balón.

Hasta que llegó el minuto 15, cuando un balón dentro del área impactó contra un defensor del cuadro militar. El árbitro interpretó de que se había tratado de una mano que cortaba una posibilidad de gol, aunque los locales aseguraban que el balón había impactado en realidad contra el vientre del jugador. Una polémica para revisar.

Desde el punto penal, William Mendieta se encargaría de la definición. El 10 franjeado dejó acostado al arquero Rubén Escobar y abría el marcador 1-0.

Con la mínima diferencia a favor del Franjeado llegaría a su fin el primer tiempo.

Al regreso del segundo tiempo, parte de la lumínica del Defensores también presentó problemas como consecuencia del corte generalizado que afectó a gran parte del país. Aunque el encuentro siguió sin mayores problemas pues las torres funcionaban y solo las luces que se alzan sobre el sector de Preferencias había sufrido problemas.

Al que parecía que se le apagaron las luces fue al Decano, puesto que en menos de 20 segundos de que se pusiera en marcha la complementaria sufría el empate por parte de un General Caballero que movió y pensó rápido. Espinoza se encargaría de poner el 1-1.

Cuando la segunda mitad se acercaba a su Ecuador, Jorge Mendoza se encargaría de anotar con un potente remate de distancia para volver a poner al frente a Olimpia. Llegaba el 2-1.

Breve fue la alegría franjeada, puesto que seis minutos después llegaba el nuevo empate transitorio de General Caballero, gracias a otro gran remate pero esta vez de Jorge Guerrero.

El Decano avanzó con todo en una búsqueda casi desesperada de un nuevo gol y esa desesperación se hacía muy evidente en varios pasajes, cuando al Decano no le salían las cosas. Bajo los tres palos militares, la figura de Escobar se acrecentaba con cada manotazo salvador.

Un particular momento se dio en el minuto 35 de la complementaria, cuando Richard Ortiz, el mediocampista ídolo del Olimpia y la Albirroja, ingresaba para volver a jugar después de casi un semestres en un partido de primera división como consecuencia de una grave lesión en la rodilla. Aunque aún lejos del gran nivel al que tiene habituado a la afición, el centrocampista hizo un trabajo interesante y fue recibido con enorme cariño por parte de la afición.

Cuando el empate parecía ser sentencia firme y ejecutoriada, en el tercer minuto de adición llegaría una serie de oportunidades que parecían ser disipadas por la buena actuación de Escobar que cortó una primera chance. Sin embargo; el arquero había salido y dejado su arco vacío, el esférico volvió al corazón del área y allí aparecería el cabezado del interminable Freddy Bareiro para enviarlo a dormir en las redes, a pesar del desesperado intento de la defensiva militar.

Era 3-2.

General Caballero incluso tuvo posibilidades de empatar nuevamente, aunque esas ya no las concretó.

Con un gol agónico, el Decano consiguió una victoria que le permitió mantenerse vivo en la lucha con Guaraní por la punta del torneo. Tras el apagón en todo el país, más de un hincha franjeado salió cantando: “Esta es la luz de Freddy y él la hizo brillar”. Mientras tanto, la noche oscura del descenso se yergue amenazante sobre el campamento del General.