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Para muchos era impensado, pero la selección de Ramón Díaz llegó a la última semana de competencia. Hoy juega su sexto partido, un privilegio que les fue esquivo a Uruguay (campeón del 2011), Brasil y Colombia, tres candidatos a ganar el título.
Paraguay quedó fuera de la pelea por la consagración. Lo dejó en el camino Argentina, que ratificó su postulación a ganar la corona. El cuadro guaraní ahora tiene la misión de quedar en una posición decorosa, pues terminar tercero entre 12 participantes algún mérito tiene.
El adversario de esta noche, siempre en esta fría ciudad, es Perú, que dirigido por el entrenador argentino Ricardo Gareca –excandidato a dirigir a la Albirroja– también llegó a una instancia impensada para los incaicos. Los antecedentes peruanos son muy buenos para llegar a la chance de pelear por el premio consuelo.
Paraguay también hizo lo suyo para estar donde está y después de tener que enfrentar a potencias del fútbol sudamericano: Argentina (dos veces), Uruguay y Brasil, sigue en carrera, con una imagen futbolística renovada, con el respeto ganado.
El historial copero favorece enormemente a la Albirroja, pero cuando suba al escenario hoy para protagonizar el penúltimo partido de la Copa América 2015 debe mostrar su mejor repertorio futbolístico, como aquel segundo tiempo ante Argentina, en el estreno, a lo largo del encuentro frente a Uruguay y ni qué decir lo expuesto ante los brasileños, en cuartos de final.
A diferencia de lo que fue antes del arranque de este certamen, la confianza es mayor en la selección nacional y seguro que no le debe costar un “Perú” despedirse con victoria.