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Tres días después de su hazaña en Liga de Campeones contra el Manchester City, Liverpool solo empató 0-0 como visitante contra Everton, en el primer partido de la 33ª jornada de Premier League. Tras su proeza y goleada 3-0 en Anfield contra los mismos Citizens, Jürgen Klopp decidió hacer cambios para hacer descansar a sus jugadores más importantes para el partido de vuelta de cuartos de final en Manchester (martes a las 14:45).
El ataque del Liverpool se vio transformado e ineficaz. Mohamed Salah, lesionado contra los Citizens, no estuvo en el derbi. Sin Roberto Firmino, que comenzó en el banquillo, solo Sadio Mané fue alineado al lado de Dominic Solanke y Danny Ings en el tridente ofensivo. Detrás, los laterales Trent Alexander-Arnold y Andrew Robertson fueron sustituidos por Nathaniel Clyne y Ragnar Klavan, igual que Alex Oxlade-Chamberlain en el centro del campo, que se quedó en el banquillo, en beneficio de Georginio Wijnaldum.
La calidad de los Reds se vio por tanto disminuida. En el primer período, el portero alemán del Liverpool, Loris Karius, salvó a su equipo tras un remate de Yannick Bolasie, a dos dedos de abrir el marcador a los 23'. En el segundo acto, los locales dominaron, pero pese a numerosas ocasiones, Cenk Tosun y Dominic Calvert-Lewin no pudieron anotar. Por su parte, con una victoria, el conjunto de Guardiola puede gritar campeón hoy: recibe al United a las 12:30 en el clásico de Manchester.
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