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Un día en la vida de un diario, en un domingo de abril de 1970, o los avatares de un secretario de redacción en un periodismo preinternet, es la materia medular de esta novela con la que Francisco Pérez-Maricevich se vuelve a presentar ante el público.
Pérez-Maricevich, en “El tablón que oscila”, da vida a Jonás, un periodista que tiene la responsabilidad de “conducir” la elaboración de un diario, desde su cargo de secretario, en el contexto de un día complicado.
La anécdota parece simple, porque cualquier día en un diario presenta complicaciones. Pero aquel domingo, día en que se desarrolla íntegramente la novela, tuvo características que salían de lo normal. La narración parte de la meseta de la mañana dominical tranquila y va cobrando vida y ritmo en la medida en que transcurren las horas y van sucediendo hechos que rompen totalmente la rutina y obligan a ordenar el zafarrancho periodístico.
El nombre del protagonista, Jonás, no parece casual. Si uno se sitúa en el clima de la novela, tal nombre tiene reminiscencias del Jonás bíblico que se debate en el vientre de una ballena (¿la sala de Redacción?) tratando de sobrevivir mediante su propia capacidad para tomar decisiones extremas y su carácter para sostenerse en esa toma de decisiones.
El periodismo tiene el mismo fragor en un diario en cualquier época. Pero es indudable que uno de los atractivos de “El tablón que oscila” (título metafórico respecto al tembladeral que tiene bajo sus pies un periodista jefe a la hora de adoptar medidas bajo su entera responsabilidad) es el retrato de un tipo de trabajo periodístico que hoy nos “suena” artesanal a los periodistas veteranos.
En el prólogo de este libro, Bernardo Neri Farina señala que “si pensáramos ahora en hacer periodismo sin la tecnología actual, nos parecería muy difícil; sin embargo en 1970, con unas comunicaciones precarias si tomáramos los parámetros del 2016, se hacía periodismo con la dinámica de la inventiva personal y con un despliegue físico y mental enorme”.
Pérez-Maricevich, poeta, ensayista, narrador, periodista y crítico literario, nació en Asunción en 1937.