Un espectáculo digno de ver, pero no de escuchar

Pasadas las 21:30, un video y una introducción con los músicos, marcó el inicio del espectáculo de Arjona con la canción “Vida”. La ovación del público se hizo sentir al ver al artista saliendo del segundo nivel de la imponente escenografía giratoria, que alternó entre una casa, un bar, un escenario y un circo, a lo largo de todo el show.

“Lo que está bien está mal”, un tema de su nuevo disco “Independiente”, siguió en el repertorio. “Hay amores”, “Sin ti sin mi” y “Si tú no existieras” siguieron adelante en el espectáculo, en el cual el artista conversó con el público e hizo alusión a su gusto por el tereré.

“Si tú no existieras”, “Desnuda” y “Acompáñame a estar solo” siguieron haciendo delirar al público, a pesar de las críticas acerca de la calidad musical del artista y la mala acústica existente hacia el área de preferencias.

En escena, Arjona se muestra conversador y muy lejos del aire de estrella que lo caracterizó durante su estadía de unos cinco días en nuestro país, en los que no accedió a conversar con la prensa. El artista siguió con “El amor”, “Historia de taxi”, “Dime que no”, que fueron fuertemente coreados por el público.

“Cuándo”, “A ti”, “Como duele” y “Pingüinos en la cama” llegaron más adelante, antes de emprender la búsqueda de una “Señora de las cuatro décadas” que compartió en escena junto al cantante.

Una batería hecha con elementos reciclados anticipó “Reconciliación”, en un ambiente circense. Otros éxitos como “Mojado” y “Sin daños a terceros” siguieron en el repertorio, antes de que Arjona interprete a dúo con su corista “Fuiste tú”.

El tramo final siguió con canciones como “Te conozco”, “Te quiero”, “Si el norte fuera el sur” y “El problema”. Tras una breve pausa, el bis llegó con “Minutos” y “Mujeres”, poniendo el punto final a un show que se destaca por su calidad visual. Cabe remarcar la importante labor de los músicos del artista, uno de ellos paraguayo, que se destacan en la ejecución de sus instrumentos.

Lastimosamente, el espectáculo estuvo marcado por una gran desorganización respecto a la labor de la prensa. Varios equipos de trabajo que estaban acreditados para hacer fotografías de sociales no pudieron cumplir con su labor y los organizadores improvisaron espacios para ubicar a los periodistas acreditados, quienes inclusive fueron humillados y maltratados al subir erróneamente por indicaciones de la organización, a la tarima destinada a las personas con discapacidad. Finalmente, se habilitó un espacio en uno de los palcos ubicados sobre el área de preferencias, desde el cual no se podían distinguir bien las intervenciones habladas del artista.

Una vez más, Arjona hizo vibrar a sus fanáticos, pero así también, una vez más el cantante guatemalteco y su equipo dejaron mucho que desear en su trato con la prensa. Estaría bueno que el mismo aprenda un poco más de la humildad de grandes artistas mundiales, que ya tuvimos la oportunidad de ver en Paraguay, como el ex-Beatle Paul McCartney.

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