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La decisión del jurado de otorgar esta XXI edición a Ernesto Cardenal ha roto la ley no escrita de alternancia entre autores iberoamericanos y españoles, ya que el pasado año la ganadora fue la cubana Fina García Marruz.
Una decisión que el poeta Luis Antonio de Villena y miembro del jurado explicó que había sido tomada porque, a su entender, “no sería justo que, por motivos extraliterarios, alguien tan significativo en la poesía del siglo XX se quedara fuera del galardón”.
“Faltaba Cardenal porque siempre se había quedado finalista -argumentó Villena-. Es un poeta con una ideología, comprometido y marxista que te podrá gustar o no, pero esos son detalles de adorno, porque él es un gran poeta y traductor de otros grandes poetas de la literatura universal”.
“Ha traducido a los grandes clásicos y fue un modelo para la generación ‘beat’ norteamericana. Estuvo muy unido a Alain Ginsberg y muy involucrado en la revuelta estudiantil de la contracultura de los años sesenta”.
También recordó Luis Antonio de Villena que la primera etapa del poeta fue de mucho compromiso social y militante, que después pasó por una corriente mística y de cosmogonía, a la que corresponde su importante libro “Canto cósmico”; y que recorrió también un periodo de poesía clásica.
“Una gran variedad de registros que le hacen gran merecedor de este premio y de saltarse la alternancia”, matizó Villena.
El poeta Jaime Siles, miembro también del jurado, señaló: “Es un poeta de una obra muy amplia y un gran traductor de los clásicos. Ha sido todo un símbolo de un momento histórico, cuya calidad ha sido reconocida”.