El arte: terapia para el corazón y la mente

Sandra Añazco, lectora de ABC Color, recordó que el pasado sábado fue a visitar a los abuelos del Hogar Santo Domingo. Llevaron víveres y desayuno, acompañados de un grupo musical que llenó de alegría el lugar.

Los abuelitos cantaron, bailaron y rieron, disfrutando de la más cálida mañana a pesar del frío.

“Ahí conocí a don Víctor, el artesano del hogar. Se acercó muy amablemente a ofrecerme un portatermo de Cerro Porteño, hecho de papel, que compré”, recordó.

En su taller, Sandra y don Víctor conversaron. El artista dijo que estaba con un pedido urgente y que le disculpe si no dejaba de lado sus labores. Ella le contestó que no se preocupe, ya que tenía todo el tiempo del mundo para escucharlo. “Entonces fue cuando me miró con una sonrisa y dijo algo que nunca voy a olvidar: ‘¿Sabes mi hija por qué no dejo de trabajar? Porque hacer lo que a uno le apasiona es la mejor terapia para el corazón y la mente’ y siguió enrollando papeles”, dijo.

Sandra escribió la crónica para que todos conozcan a don Víctor Cano, un señor a quien la vida no le dio el mejor trato, lo que nunca fue un impedimento para dar vida y color a sus tiras de papel.

Impunidad

Juan de Urraza envió la foto de una motocicleta que anuncia, en un informal “mensaje”, que próximamente habrá una chapa en ese lugar. “No sé cuál es el problema, más allá de la coima, que impide que los agentes de tránsito hagan su trabajo”, dijo.