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Hace solo una semana, en Bélgica, el piloto británico de Mercedes recibía las felicitaciones de la familia Schumacher tras igualar las 68 poles del séptuple campeón mundial de la Fórmula 1, marca que ayer mejoró.
Y qué mejor lugar para hacerlo que el “templo de la velocidad”, escenario donde Hamilton sacó pecho ante la adversidad y desafío al clima para clavar los cronómetros en 1’35”554 y hacer historia.
“Es muy difícil encontrar las palabras correctas para expresar lo que siento”, afirmó el flamante vencedor del GP de Bélgica, donde acortó a siete puntos su desventaja con el líder del campeonato, el alemán Sebastian Vettel.
En “territorio enemigo”, Hamilton logró su octava pole de la temporada y ahora irá por más partiendo en punta de una grilla bastante inusual, en la que compartirá la primera fila con el canadiense Lance Stroll, de Williams (1’37”032).
“El clima resultó increíblemente complicado para todos, algo poco habitual en Italia. Se hacía muy difícil ver las líneas y muy fácil cometer errores. Fue muy arriesgado” , reconoció el piloto de Mercedes.
“Fue una jornada épica y me siento bendecido”, completó Hamilton, quien mostró más dificultades para expresar sus sentimientos de las que lució en pista cuando le preguntaron por el récord que hasta ayer compartía con Schumacher.
“Michael fue un grande. Crecí viendo sus proezas y soñando con hacer lo que él hacía” , dijo al respecto, para luego completar: “Soy la prueba viviente de que los sueños pueden convertirse en realidad”.
Hoy, el piloto de Mercedes irá en busca de su cuarto triunfo en Monza, que lo vio ganador en 2011, 2014 y 2015 (la primera de ellas con McLaren-Mercedes).