Antes, “braceros” iban a Formosa (Arg.)

La migración de compatriotas a Argentina por motivos económicos es una realidad constante desde hace décadas, tanto que miles de paraguayos residen de forma permanente en el vecino país y constituyen el tercer grupo que más remesas envían a Paraguay. Según el Banco Central, en el primer semestre de 2017, España lidera la lista de los países desde donde los compatriotas envían la mayor cantidad de dinero, con US$ 137,2 millones; le siguen los de EE.UU., con US$ 61,2 millones, y luego ya vienen los de Argentina, con US$ 59,5 millones.

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Pero en otros años, existía también una migración económica muy temporal, zafrera, de “braceros” que pasaban la frontera para ir a la provincia de Formosa para trabajar en los cultivos. Esta práctica hoy está desaparecida en la forma en que se daba en aquella época, pero en 1976 seguía vigente, según consignaba nuestro diario en su edición del 14 de enero de aquel año. “El gobierno argentino autorizó por decreto la entrada de 25.000 trabajadores paraguayos a la provincia vecina de Formosa a los efectos de ayudar en la recolección de la cosecha agrícola que está en curso”, decía la nota. Cosechaban principalmente algodón.

Clorinda y el contrabando

El contrabando “hormiga” desde la vecina Clorinda se daba hacia la mitad de la década de los años 70 principalmente por vía fluvial (riacho Negro, río Paraguay) y era supuestamente perseguido por la Gendarmería argentina y autoridades paraguayas, pero no cesaba. Fideos, aceite, vinos, harina y otros eran productos preferidos. En 1975 surge una gran preocupación entre comerciantes clorindenses por procedimientos de Gendarmería y acuden a Buenos Aires para buscar una solución con legisladores. “Se proyectan medidas para desalentar el contrabando fronterizo por Clorinda”, decía el título de una noticia publicada al respecto en ABC el 7 de octubre de 1975.

Industriales querían ser aduaneros

El 21 de agosto de 2002 se publicaba con título principal en tapa que “Directivos de la Asociación de Industriales del Paraguay (AIP), con ironía, pidieron ayer al Gobierno una oportunidad para ser aduaneros y salvar sus empresas. Prometieron no invertir en mansiones, yates y automóviles de lujo y canalizar las recaudaciones para reactivar la producción. Con 700 cargos en Aduanas y Puertos, dijeron que es suficiente. La cantidad de puestos solicitados al ministro de Industria y Comercio, Euclides Acevedo, se relaciona con el número de empresas en virtual estado de quiebra. ‘Pusimos en juego todo lo que tenemos y hoy estamos prácticamente en la bancarrota’, se lamentaron”.

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