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El grupo interesado en adquirir dicha planta está integrado por inversores paraguayos y brasileños, sobre una base de G. 56.000 millones, que cubrirá la deuda con sus principales acreedores: Oiko Credit y Banco Continental. La entidad adeuda además unos US$ 23 millones a sus socios y demás acreedores, entre ellos figuran varias otras cooperativas.
En una reciente reunión, los integrantes de la comisión liquidadora de la cooperativa pusieron al tanto de las condiciones del contrato al Incoop y se solicitó a la sociedad Etanol Paraguay SA presentar una serie de documentos e informes sobre el plantel de accionistas, antecedentes, entre otros, que finalmente fueron aceptados por la administradora de la fiducia.
La cooperativa contaba con 26.000 socios, pero se cree que sus actividades afectaban directa e indirectamente a unas 100.000 personas en la zona, por lo que el impacto social y económico que resulta de su actual situación es muy alto.
Detrás de la quiebra de la citada cooperativa se han cerrado también los servicios de salud y hasta los centros de educación que impulsaba la entidad como parte de su compromiso comunitario.
La liquidación de la entidad solidaria se dio a raíz de la segunda intervención que realizó el Incoop debido a la detección de varias irregularidades en una inversión con financiamiento externo para la instalación de una alcoholera que costó US$ 16 millones en el 2011. La deuda con acreedores y socios ronda los US$ 23 millones.