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Afirmó que en la actual economía del conocimiento, el reclutamiento y la retención de buen talento son primordiales para muchas empresas que desean mantener la competitividad en varios terrenos, además de la competitividad en los productos que ofrecen. “Pero yendo ya más allá de este aspecto, también puede significar que las empresas socialmente responsables contribuyen a la disminución de la corrupción y el aumento de la transparencia corporativa y gubernamental”, destacó el prelado.
Añadió que el cumplimento de las leyes con rigor, respetando los legítimos contratos y compromisos adquiridos son fundamentales en todo negocio. “Pero son más importantes aún para empresas que quieren crear una imagen de responsabilidad social, especialmente cuando la sociedad civil tiende a estar muy involucrada en algún asunto particular y tienden a publicar una (especie de) lista de las empresas socialmente responsables”, expresó.
Acotó que las empresas socialmente responsables también son buenos vehículos para crear un tejido social, y no solo empresarial, que lleve a la confianza y la creación de una red que facilite mucho más el intercambio y las transacciones.