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El pago de la deuda (amortización, cargas financieras, etc.) representa alrededor del 65% de ese costo, luego es natural que cuando la misma sea saldada el costo de Itaipú se reduzca en la misma proporción.
Los medios brasileños, en los últimos días, ante la cada vez más cercana caducidad del plazo de vigencia de las disposiciones del Anexo C del Tratado de Itaipú (13 de agosto de 2023) y con los pulmones insuflados por el aire marcial que vuelve a respirarse en Brasil e inclusive en Itaipú, izan la bandera de la reducción de la tarifa de Itaipú como un derecho brasileño, desplazados por los “privilegios” paraguayos en la binacional.
En ese impulso no se detienen a diferenciar energía garantizada de la superior a la garantizada y no dudan en presentar ciertas “ventajas” de la ANDE en el aprovechamiento de la energía asociada a la potencia excedente como la prueba de la “expoliación paraguaya”.
Si como muestra basta un botón, en una década (2009/2018), según datos oficiales, la ANDE utilizó 17.607 GWh de energía, o sea el 6,81%, y Brasil 240.929 GWh (93,19%). En cuanto a la garantizada, en 34 años, nuestro país solo pudo aprovechar el 7%.