Desde 1990 los muros de defensa de Resistencia evitan inundaciones

La altura de las defensas de la ciudad de Resistencia está a 3,6 m sobre la crecida máxima del Paraná. Este márgen evita las inundaciones, la población se siente segura y sus posesiones a resguardo. Desde 1990 puso fin al drama social, que significaba la evacuación de miles de damnificados como la necesidad de asistencias por parte de las autoridades y la sociedad.

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En más de dos décadas, el sistema de defensa contra inundaciones de la ciudad de Resistencia evita daños causados por las crecidas anuales del río Paraná y lluvias extraordinarias.

La altura de los muros está a 54 m sobre el nivel del mar. El nivel máximo del Paraná registrado en 1992 fue de 50,4 m, lo cual deja una revancha de 3,6 m si ocurriera un desastre (por ejemplo la rotura de Yacyretá) para dar tiempo a una evacuación general (nivel rojo de evacuación).

En 1985 comenzó la construcción de 40 km de muros de tierra para un pólder que abarca unos 120 km2 para proteger la malla urbana de Resistencia, Pto. Vilelas, Fontana y Pto. Tirol, con más de 1.100.000 habitantes, de las crecidas de los río Paraná por el este y Tragadero por el norte.

En caso de lluvias extraordinarias como las que se vienen registrando últimamente, el pólder cuenta con 5 estaciones de bombeo (más 4 en proyecto) para regular el caudal de los ríos Negro, Salado, y Arazá que ingresan al recinto desde el oeste.

Todas las bombas están equipadas con sensores de alerta que lo activan automáticamente, complementado con 8 hidrómetros con sensores en sus bases, y una red de piezómetros con sensores ubicados a ambos lados del coronamiento de los muros, que miden el nivel freático (presión del agua subterránea).

Todos los sensores se controlan desde una central de monitoreo por cable coaxial.

Para regular el caudal del río Negro, que desemboca en el río Paraná, e ingresa en pólder por el oeste, se construyó un canal derivador al río Salado a 40 km de Resistencia.

Con la misma finalidad, en la desembocadura se construyó una represa de hormigón, con 6 compuertas que evitan el ingreso de agua en caso de crecida del Paraná, y una estación de bombeo con 14 bombas de 5m3/seg de capacidad c/u (70m3/seg) para “achicar” las aguas acumuladas por lluvias cuando son superiores a la normal, como las que se vienen registrando últimamente.

Desde 1990 este sistema de defensa contra inundaciones evita daños a la propiedad, y el drama social que representaba para los damnificados las evacuaciones e inconvenientes para las autoridades y para la sociedad.

ccaceres@abc.com.py

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