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Según previsiones dadas a conocer ayer en conferencia, el producto interno bruto (PIB) cerraría este año entre 3% y 3,5%, mientras que en el 2019 se ubicaría entre 3,25% y 3,75%, principalmente por el bajón comercial y crisis de los países vecinos (Brasil y Argentina).
Llama la atención que el mismo equipo que poco antes del traspaso presidencial de agosto último vaticinaba una expansión del 4,7%, ahora desde la perspectiva privada indican que los “vientos no favorables” llevarán a un crecimiento moderado y muy por debajo de las expectativas recientes. En octubre pasado, ya en la nueva administración, la banca matriz redujo la previsión del crecimiento del PIB desde 4,7% a 4,2%.
Según Fernández Valdovinos, estos últimos meses del año pintan muy mal en cuanto a rendimiento comercial y de los negocios; las recaudaciones del fisco vienen mal, por lo que sustentan esta proyección menos favorable. El exfuncionario indicó que esta desaceleración, principalmente del sector comercial, ya se viene notando desde mayo.