LOS LECTORES OPINAN

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El mandato del pueblo

Los hechos que están sucediendo en el Brasil deben ser una señal de alerta a nuestras autoridades decadentes, corruptas e insensibles. Ya no se puede jugar con las necesidades del pueblo y de alguna manera deben entender que el Estado no fue creado solamente para comprar casas quintas, ni tampoco para construir casas principescas a una de las hijas de nuestro “Honesto Presidente Provisorio”; tampoco para que nuestros pornodiputados vayan a posar con un camello asustando y traumando a este noble animal que no va a entender de dónde salieron estas caricaturas de políticos.

Quienes asumen el nuevo rumbo deben entender que el país ya no puede seguir tolerando experimentos como el que se tuvo con un exobispo paranoico y libidinoso que pretendía junto al comandante Coquito Soares que nos convirtiéramos en bolivarianos e instalar la lucha de clases. Por eso no podemos seguir tolerando a un presidente de Petropar acusado de corrupto consuetudinario y que el presidente provisorio salga a “felicitarle por su gestión”, burlándose de nuestras instituciones al mantener a un “imputado” como presidente del ente petrolero que ya amenaza de nuevo con subas del gasoíl y por ende del pasaje, lo que constituye un despropósito.

Que el Primer Mandatario haga honor a su nombre y administre de manera honesta y eficiente nuestro país, que se compadezca de las necesidades de su pueblo, que ya no se rodee de una guardia pretoriana; no tiene porqué temer a quienes dice representar, que vaya acompañado de un Poder Judicial independiente y justo así como de un Congreso que legisle para que nuestros ciudadanos tengan un mejor nivel de vida. En esto debe radicar el mandato que la ciudadanía confiere a sus autoridades y no utilizar el mandato para coimear, transar, viajar y cantar en el oriente, dar paladas iniciales o comprar casas quintas para cortar el pasto con un tractorcito y posar para los hijos mostrando “lo robado”. Necesitamos hacerles saber a aquellos que fungen de nuestras autoridades que todo tiene un límite y que el día que el pueblo paraguayo se despierte y se levante les recomiendo que se muden a vivir con los camellos, a quienes tanto admiran porque este país va a volver a ser decente y digno por su propia gente y no por la clase política.

Arnaldo Gaona

Deforestación

El 19 de junio recordamos el día del bosque. No es una fecha a festejar en nuestro país, si se tiene en cuenta la depredación que sufren. En números nos dicen que de 8 millones de hectáreas que existían a mediados del siglo pasado, hoy queda apenas un millón. La tala criminal y salvaje que sufren nuestros bosques es cosa de todos los días, pues nadie controla nada; en la Región Oriental es total, los campesinos venden o alquilan sus tierras a los colonos brasileros, y lo primero que hacen estos es derribar los bosques, para plantar soja.

En el Chaco la deforestación aumentó de unas 630 hectáreas por día a alrededor de 1.000 hectáreas por día. Son los brasileros los principales depredadores. Mientras preservan la selva amazónica, entran a nuestro país sin control, depredan nuestros bosques, llevan la madera de contrabando y nos dejan una tierra deforestada e inservible.

La falta de conciencia ambiental es impresionante. Cometemos y permitimos la salvaje deforestación de nuestros bosques, que tiene como resultado la destrucción de las especies, el secamiento y contaminación de los humedales, arroyos y ríos, enfermedades y muertes. Es hora de que actuemos conscientemente en defensa y protección de la naturaleza, de erigirnos en celosos contralores de la naturaleza, denunciando a los depredadores. Nuestro deber como componente de la naturaleza es cuidarla y protegerla, plantando árboles en nuestras casas, escuelas, plazas, avenidas, iglesias y hospitales y cualquier lugar disponible. Plantar un árbol es un hermoso legado que nos llena de alegría y de felicidad. Como medida paliativa cada paraguayo debería plantar 100 árboles, durante el transcurso de su vida, para contrarrestar el efecto invernadero que produce el cambio climático. Toda campaña de reforestación que se lleve a cabo debe incluir el cuidado de los árboles. Al nuevo gobierno: haga cumplir las leyes ambientales.

El crimen ecológico es uno de los peores. Pone en peligro la vida.

Óscar Patricio Alonso Pérez

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